Con tu sin par alegría
respondes a mi llamada.
Cariñosa me preguntas
cómo va el trabajo
y cuándo llegaré.
Dices coqueta “hay sorpresa”.
Impaciente voy echando
las horas de esta tarde
de desencuentros.
Sin más hoy me escapo
antes del final de la jornada.
El tren lento como siempre
se demora eternamente
en cada estación que para.
Subo corriendo las escaleras
y al entrar me recibes
vestida con una bata entreabierta
y una copa de vino rojo en cada mano.
Diciendo una frase que se lleva
el cansancio de un golpe.
“Mi hermana se llevó hoy al niño”
Rafa Marín
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