Caminaba por profundas grietas
entre montañas sombrías,
buscaba el sueño de una libertad
que en tus brazos creí perdida.
Bajo el sol descubrí
fuentes de agua fresca y clara.
Caminos olvidados
y hasta alguna calavera.
Por unos instantes me sentí
tan libre como en mis años de juventud.
Pero descubrí que añoraba
tu presencia tus "holas" cansados
y tu cristalina risa.
Retomé el camino de vuelta
y reconozco que me costó la misma vida.
Ahora a tu lado sé
que volver mereció la pena.
Rafa Marín
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