La mañana te sorprendió
mojando las canas en el café.
Con las uñas sin pintar
y la mesa sin compañía.
Te miras en el espejo
y una sonrisa ilumina
tus ojos azules como el cielo.
Nunca fuiste de nadie
y tu libertad tenía un precio
que pagaste sin chistar.
Hoy es sólo otro día más.
Lleno de trabajo y actividad.
De idas y venidas que al recordarle
dejarías hoy aparcadas a un lado,
para estar sobre su pecho acurrucada.
Él te pidió que fueras suya
y tu elegiste la libertad.
No sabes que fue de su vida.
No sabes que se hizo poeta
y escribe versos a tu osadía.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario