Cada tarde
en el frondoso parque,
sentada
a la sombra de los tilos.
Ella espera
a que él pase a su lado.
Con un libro
en las manos simulando
la lectura
de una página interminable.
La aya
a su lado custodiando
no se pierda
la inocencia de su rostro.
Él se acerca
dibujando una sonrisa
mientras
en las manos nervioso
sujeta un papel
con lo más hermoso.
En plena tarde
arreboladas las miradas
de ojos
con pupilas dilatadas
en el anhelo
de ese doblado mensaje
con un
“te amo” escrito y sincero.
Rafa Marín
a los 15 años ,imágen preciosa
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