La noche se pasó entre tus
desgarradores suspiros.
Canalla gritabas canalla,
mientras a mi cuerpo
con tus piernas te atabas.
Canalla gemías canalla,
y tus manos como garras
iban marcando mi espalda.
Canalla decías canalla,
y con la dulzura de tu lengua
mi boca insaciable callabas.
Canalla,
y tú de mi cuerpo mientras gozabas.
Canalla fui
mientras la noche infinita se acababa.
Canalla mi silencio y mi cuerpo,
al que tu voz jaleaba, canalla.
Rafa Marín
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