Te soñé como hago cada vez.
Y en la breve noche te hice mía.
Mujer de mis sueños oscuros
con tersa piel y labios ardientes.
Te amé como ama el gladiador
que salta a la arena solitaria
a jugar otra vez con la muerte.
Te soñé totalmente entregada
a los caprichos de esta pasión
que en la noche me consumía.
Mirando con ojos profundos
Simulando esa serena mirada.
Te soñé como si la noche no acabara
y sólo fuera otra madrugada
de amor entre Tú y yo.
Entregada y despreocupada
anhelante de mis besos y palabras.
Desperté con el sobresalto
de esta alarma que de la nada salta,
dejándome sólo el recuerdo de un sueño.
Ahora me preparo como el gladiador
que se quedó sin noche de pasión.
Rafa Marín
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