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sábado, 28 de noviembre de 2020

Ella

Bajo este azul que nos condena,
no seré otra vez una voz que llora,
adorando su mirada de diosa,
pasión por la que la mía se entrega.
Perder la razón entre las veredas,
siendo alimento entre las rosas.
Porque a todos la muerte nos honra,
pedir que la mía sea verdadera.
En cada palabra buscar el final,
por su silencio estar derrotado,
y en verso tener que imaginar,
aquello que no siento en mis manos;
de su cuerpo la gracia que es pecar,
atrapando su miel entre mis labios.

Rafa Marín

miércoles, 25 de noviembre de 2020

La caverna (relato corto )

De repente, el suelo cedió bajo sus pies y se precipitó al fondo de aquella sima.

Rodó y rodó, golpeándose una y otra vez, hasta que por fin, toco fondo. Tras un largo rato, magullado y dolorido, alzó la vista y vio en las alturas el ojo de luz por el que había caído. Intentó trepar por la inclinada ladera, pero le resultó imposible, presa de la desesperación, arrojó una piedra a la oscuridad circundante. Para su asombro, esta no golpeó contra nada, sino que rodó unos metros.

Poco a poco sus ojos se habitaron a la negrura, descubriéndose ante él un mundo desconocido.

Buscó en sus bolsillos y encontró, una navaja, junto con un mechero y tabaco.

Prendió un cigarrillo y sonrió al pensar en la fatalidad de su suerte, nadie lo encontraría, porque nadie lo está buscando. Acabó el pitillo y decidió aventurarse en las negras galerías de la cueva que había descubierto.

La fruta, con el paso de las horas, le descubrió un mundo de posibilidades. Tenía agua y a la acogedora luz de los cientos de agujeros de su bóveda, crecían plantas y frutales.

Pasaron con su rutinaria cadencia, los días y las noches, hasta que al fin, se dio por vencido. Pese a haber hecho fogatas penachudas de humo, pese a sus gritos y llantos desconsolados, nadie acudió en su rescate.

De tarde en tarde, los ojos luminosos le regalaban algún animal que se mataba contra el suelo y así, su precaria vida, retomaba otra vez el sentido.

Cada vez que despertaba, era como si todo comenzara de nuevo, gritaba y gritaba, pero jamás nadie lo oyó.

Los días y meses dieron paso a los años y por fin un día que vagabundeaba por su reino de tinieblas, escuchó el susurro de unas voces humanas.

Gritó para hacer notar su presencia, pero las voces se extinguieron y sólo el sonido de unos pasos que corrían fue la respuesta que obtuvo.

Mientras él medraba en su prisión, en el exterior, se fue formando la leyenda de la gruta encantada. Se hablaba de gritos y luminarias que muchos decían haber visto u oído, siempre sin poder explicarse el porqué.

 

Fin

 

Rafa Marín


domingo, 22 de noviembre de 2020

Decirte

De este festivo repique,
bronce que en las alturas,
de esta mañana tan pura,
al cielo quiere decirle.
Mi voz tal vez hoy asuma,
vela que aleja al esquife,
que entre aconches maldice,
por no poder oír la tuya.
Sin paz quiero los quebrantos,
de tu boca la carcajada
y no interminables llantos.
De las alturas marejada,
desvestida nave de trapos,
para llegar a mí inundada.

Rafa Marín

Beso

Si en tu dulce y silenciosa boca,
como quien no quiere, presto,
deposito un furioso beso,
¿seguirás siendo mi aurora?
Quizás sea que todo entiendo,
cuando te alejas como las hojas,
que de los árboles despoja,
el más cruel de todos los vientos.
Furia que en mis labios habita,
como la más antigua necesidad,
una mirada que a vivir invita.
Tal vez sea esta loca terquedad,
lo que mi corazón hoy necesita,
para alcanzar en mis sueños la paz.

Rafa Marín

sábado, 21 de noviembre de 2020

Ricard

Sale volando, cual joven gorrión,
que no entiende de años.
Salta los escalones,
de dos en dos y luego tres
y cuatro...
Que hermoso mi niño,
con la flauta, una tonada tocando.
Ahí va, feliz,
como un joven gorrión,
que aprende a volar
y se va al cole jugando.

Rafa Marín 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Luna

 Luna que entre los olivos corres,

deja ya de buscar su mirada.

Ella es ninfa de los cauces de agua,

un suspiro que mi piel socorre.

Luna que al pozo mira, no te asomes!

Porque allí no está su mirada.

Ella es quien mi vida aguanta,

con sus manos limpias de color cobre.


Rafa Marín 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Quimera

Quimera que me embrujó,
en este mundo sin sentido,
perdición que he perseguido,
de mi vida en cada rincón.
Ahora que vivir es un vilo,
escondido tras un portón,
no haré de mi voz negación,
para ser de los celos colmillo.

Rafa Marín

Avioncito

 Un avioncito de papel,

volar con la brisa al atardecer.

Sucumbir a mi necesidad,

darte besos, tan dulces como la miel.

Pero nuestro tiempo pasará,

olas de encaje en el ayer,

un silbido que se alejará,

nadie espera en el andén.

Sólo viejos en un banco,

esperando que el tiempo pase.

Pobre avioncito de papel,

arrugado lo encontré,

mojado de fría escarcha.

Sueños que se fueron sin querer,

al filo de una madrugada.

Rafa Marín 

sábado, 14 de noviembre de 2020

Infelice

Oh! Infelice, que solitario llora,
en esta hora de brumas,
en la que tu piel no perfuma,
mis labios con tu honra.
Ser colibrí que de ti toma,
de su lengua que conjuga,
de su canto la más pura,
osadía que no te nombra.
Palabras que no oirás,
mi boca de ti ayuna,
cuando te quiere gozar.
De todas tú eres ninguna,
sirena de mi pedregal,
el impío rojo de la fortuna.

Rafa Marín

Tanto has visto ?

¿Tanto has visto, tanto has vivido,soldado?
En aquellos campos Gladios,
coronados de flores aceradas,
la vida te robó,
de todo lo más sagrado,
la esperanza.
Vino joven llenaba los charcos
y en la niebla las caras,
se volvían azucenas blancas.

Rafa Marín

martes, 10 de noviembre de 2020

En tus ojos

Rogar y al hacerlo no rendirme,
a tus ojos como flor de la canela,
fuego que a los míos al fin condenan,
al mismo amor donde redimirme.
Para al final, sin romperse irse, 
que sabrán los dioses que me gobiernan,
de lo que es sentir mi vida plena,
al percibir tu mirada de Circe.
No sentirme nunca abandonado,
que la felicidad se haya ido,
dejando tu recuerdo a mi lado,
es más de lo que siempre he querido,
aunque nunca pude besar tus labios,
poder decir: ¡En tus ojos he sido!

Rafa Marín

lunes, 9 de noviembre de 2020

Volar

No ser voz para tener alas,
Ícaro que por ti sería,
penar de la noche al día,
como pecho en tu espalda.
Volar, si, cada madrugada,
feliz al hacerlo sería,
como sol en su armonía,
destapando su luz al alba.
Verdad que solo he soñado,
porque mi mente se enreda,
con el corazón por aliado. 
Mis ojos verte quisieran,
sentir tu tacto en mis manos,
tu boca con la mía ardiera.

Rafa Marín

sábado, 7 de noviembre de 2020

Razones

Hay razones para escribir,
escondido entre las sombras,
boca que al saber la nombra,
preguntando, ¿estará ahí?
Sobrevivir a las zozobras,
de tan puro este existir,
mas parece que querer vivir,
busca de la parca sus obras.
Sueltan versos sus dulces labios,
tan enamorado está el poeta,
que no entiende de horario.
Esperando por si llega,
en respuesta un si incendiario,
que borre tan amargas penas.

Rafa Marín 

martes, 3 de noviembre de 2020

Silencio

Cercenadas las plumas y seca la tinta,
tan negra como la sangre vieja,
como lo son los pozos sin luna.
Arrugada la resma de papel blanco,
nubes en un día de lluvia y,
el camino, cual viaje de Alicia,
es un albero que nadie recorre.
Abiertos los pechos en la agonía,
los latidos del desenfreno, que esperan.
Todo se volvió sombra, una sed infinita,
un desierto de sal que nos invita.
El cristal de los dedos que señalar saben.
Aquí yace una lápida de barro,
que pronto será polvo y podredumbre.
Se secó la tinta,
porque le cercenaron las manos
y sus labios sellaron con alambre.

Rafa Marín

domingo, 1 de noviembre de 2020

Musa

Inalcanzable te imagino,
otoño que al fin llega,
para entre osadas letras, 
esculpir en piedra mi sino.
Quizás musa del camino,
que sin esperar espera,
mi voz que suave llega,
desplegándose en trinos.
No sé si mi boca acierta,
corazón que así palpita,
tu mirada que me encuentra,
para del infierno esquivo,
hacer un sutil paraíso, 
imaginando que me besas.
Pues nada ya te pido,
sinrazón de mi sobremesa,
donde sin saber, te escribo,
con el fluido que deserta,
de un corazón herido.
Ven! Musa de mis letras,
escapa del hoy conmigo,
hacia las playas desiertas.

Rafa Marín

Oda

Escribir de la pasión,
que cual arroyo desbordado,
va saltando aquí y allá
y entre las piedras rebotando.
Febril piel de tambor,
de caja tan rota,
que se le escapa el corazón,
por mil grietas que no nombra.
Entre el sueño y la razón,
como quien nunca enmienda,
se le desploma
por estas laderas de la desolación,
esa vida que cuenta en horas.

Rafa Marín