No me
trajo la noche
los
sueños tan deseados,
en los
que tu y yo
solos nos
encontramos.
No me
trajo la noche
el
encuentro tan deseado,
de tus
manos y las mías
juntas al
fin bailando.
No me
trajo la noche
ese último
trago que sirven,
en el
bar a los desesperados.
La noche
me trajo la soledad
que
nunca he deseado.
Me trajo
un montón de recuerdos
que yo ya
creía olvidados.
Me trajo
la noche solo pesares
y las
horas que una tras otra
van
lentas pasando.
Rafa Marín
te persigue la soledad
ResponderEliminarte persigue la soledad
ResponderEliminar