Antes de
conocerte
en aquella fea
estación.
Desperdicié vida
y fortuna
de pasión en
pasión.
Perdida estaba
mi alma
blanca como el
algodón.
Unas veces tinta
en sangre
y otras en negro
carbón.
Pero el tiempo
se agotaba
y todo era ya
sinrazón.
Como cuando tras
ser pillado
no quieres pedir
perdón.
Un agónico viaje
siempre adelante
en el último
vagón,
de un tren que
viaja
sin frenos hacia
su perdición.
Saludo ahora
con esta
eufórica paz y su sabor
a aquella sucia
taquilla
donde me robaste
el corazón.
Rafa Marín
Que bonitooooo !!!
ResponderEliminarLindo día Grumpy ��
Gracias Ana.
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