Me vuelven a sonreír tus versos
y no sé si es lo que quiero.
Temo caer de nuevo
en la nostalgia de tu ausencia.
En ese quiero siempre besarte
que tú dices que es poesía
y yo lo confundo
con quiero besar la boca que me canta.
Hoy te leo callado,
inspirado en este silencio
que son presagio de mi tormenta de verbo.
Ayer soñé que del cielo las cerezas llovían
y hoy sin dormir todavía
estoy aquí como siempre.
Inmerso en este mundo de poemas
y de soñar despierto.
Hoy que no necesito consuelo
mi alma trama uno de esos episodios
de infinita agonía
para que vengas a rescatarme.
Rafa Marín
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