Todas las noches se llenan
de esos malos sueños
que en la madrugada te hacen gritar.
Despiertas sudoroso y asustado
y sólo su voz cálida
y cariñosa te da consuelo.
Sientes esa mano amiga
que dice, sólo es un mal sueño.
Sientes que se vacía tu alma
si ella se marcha y te solo deja,
en esas madrugadas de pesadilla.
Aún recuerdas como eran las noches,
antes de que ella fuese tu faro en la niebla.
Una huida hacia ninguna parte
de juerga en juerga hasta perder el sentido.
Rafa Marín
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