Te sorprendes
con la lágrima
que lenta se
desliza por tu cara.
Mirabas distraída
por la ventana
y de repente la
luna
entre las nubes
se asomaba.
Los recuerdos
llegaron
como ese
chaparrón que te sorprende
en el campo en
un día soleado.
Te entretienes
mirando como poco a poco
otra vez entre las
nubes se va ocultando.
Selene se lleva
tu tristeza tal como la trajo.
Aquella noche,
la misma luna y
la misma ventana.
Y como él con
ojos de villano
te decía que
todo había acabado.
Que en unos días
pasaría por sus cosas
y como se
presentó un chico para hacerle la mudanza.
Rafa Marín
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