Entre el sufrimiento
ajeno va pasando
esta tarde
de sentidos versos.
Un vano intento
por no estallar
y soltar todo
lo que de este mundo pienso.
Vendaval de palabras atrapadas
en el lazo
de la prudencia y el miedo.
Esperando
sin más remedio
una hora que no llega
y siempre temiendo
que explote
todo lo que protejo.
Por qué callar me pregunto
y siempre saltando
el ángel bueno
que me dice calla
y simula que estás contento.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario