Vistas de página en total

miércoles, 31 de enero de 2018

Cimas

Soledad que busco
y que me niega la vida, 
aunque con ahínco
en cientos de horas me pierda.
Escarpados muros
de soledades llenos, 
huecos vencidos
por las pisadas sobre el barro.
¡Cima!, ¿dónde estás? 
Me perdí entre el hielo
y nadie se molesta
en quererme ayudar.
Los empujones,
todo es un patio de colegio
y nunca vino a verme
el vuelo de un Tulipán, 
embrión que permaneció escondido
entre el verde simulado del matorral.
Así, asomado siempre en las cimas
y viendo que en las alturas
mi alma nunca estará.
Rafa Marín

Susurros

La mañana lo lanza, 
entre estrellas que huyen,
un sol despunta en el horizonte.
La noche lo calla,
ahogado cual gemido,
tras una puerta cerrada.
Se abre como flor
que se esconde
en el fondo de una garganta
y otras se confunde
con los gritos que la soledad impone.
Recorre las cimas
con los eternos vientos
y en los silencios
es niño castigado a los rincones.
Susurros,
horas viejas y horas nuevas,
como un tiempo que sin tiempo
cada mañana nos aleja.
Rafa Marín

A la vera de tu camino

A la vera de tu camino,
entre flores olvidadas,
se dibujan mil destinos
que ya no te piden nada.

El ayer que nunca tuvimos,
verano que secó mís ganas,
se enseñorea cual crucifijo
en esta pared de blanco encalada.

Sin futuro, como brisa en las terrazas,
sueños que son callados suspiros,
una pasajera nube en la mirada.

Urgentes a la vida cien guiños,
manos que cada día te besaba,
boca que por ti tengo cerrada.

Rafa Marín

miércoles, 24 de enero de 2018

A la noche

A la noche entre suspiros, 
mil deseos y un anhelo; 
que de tanto haber vivido,
se olvidó de lo que era el cielo.
Quizás por ser ángel caido
y por tener las alas pintadas de negro.
Mas, quién en su ser no ha sentido,
la necesidad de ser;
aunque costase un infierno?
Rafa Marín

viernes, 19 de enero de 2018

Cunetas rojas

Salto ahora
a este vacío
del día sin horas;
como golondrina nival 
que entre la escarcha
es sueño que se evapora. 
Del ayer, que más da ya
...supongo que me cansé 
de correr entre el trigo 
y las amapolas.
Un recuerdo sin principio ni final,
homenaje traicionero
a las cunetas rojas.
Rafa Marín

Escribir

Tengo ganas de escribir 
en mi viejo diario,
cosas que del ayer viví 
entre los amigos
y sus sudarios.
Hoy tengo ganas de escribir,
a aquellos cazadores 
de los campanarios,
sonrisas de puro marfil 
con un rifle entre las manos.
Las calles con su polvo gris,
caminantes que con tanta prisa andaron;
quizás para allí no morir confundidos
con los bullangueros patos.
Hoy he decidido escribir, 
todo ese dolor
que repartieron mis manos,
ausencias que quisieron sentir
una infancia,
que nunca fue un regalo.
Rafa Marín

sábado, 13 de enero de 2018

Mis manos

Mis manos hoy quisiera,
brisa entre los brotes nuevos,
casual caricia que juega,
con la flor de tu secreto.
Mis manos hoy quisiera,
armiño cálido y tierno,
abrazo que no supiera,
de distancias ni lamentos.
Mis manos hoy quisiera,
que fueran lo que tus labios,
la paz para mi cuerpo.
Seda que te envolviera,
para llevarte muy lejos.
Mis manos que son,
ora traviesas
ora piedras
y las demás desencuentro.
Las quisiera cálidas y tiernas,
como un perfumado ungüento.
Rafa Marín

viernes, 12 de enero de 2018

Su noche

La noche trae con su dosel de estrellas,
un suspiro y una mirada,
que con su risa se mezcla.
Trae, una luz que baña
la hoja amarillenta
de un libro de poemas.
También el aroma de un café
y una mente que sueña.
La noche trae lo que la vida 
en su pasar se lleva,
ilusiones que hablan de futuros
y esas suertes diversas;
melancólica soledad
y también alguna buena nueva.
La noche, tan mágica a su pesar
y tan de recuerdos siempre llena.
Rafa Marín

miércoles, 10 de enero de 2018

A la muerte de Franc (relato corto )

La luz incidía sobre los carámbanos del alero y una levísima neblina dibujaba mil arcoiris sobre los desnudos árboles. Ningún día de su vida había amanecido tan bello. Poco a poco se fue apagando la luz de sus ojos. Horas más tarde sus camaradas le dieron sepultura. La noche anterior, como casi todas las del último mes, fue el típico infierno de esta larga y estúpida guerra. Ya nadie recordaba porqué se inició, ya todo era sólo cuestión de supervivencia. Ni el hambre ni los bombardeos, ni siquiera las matanzas nos preocupaban. Pero todos habíamos notado un cambio en la mirada de Franc, la  profundidad de sus ojos tras descubrir a aquellos pobres niños ocultos en el sótano, tan menudos bajo los andrajos...algo cambió en él. Le veíamos acudir a aquel cuchitril cada mañana con comida.
Le advertimos, lo les tomes cariño, cualquier día dejaran de ser niños y tú pagarás las consecuencias. No nos hizo caso, quizás ni siquiera nos oyó. La noche anterior, cuando salíamos de patrulla, los vio, como siempre, asomados al ventanuco, todos cruzamos la calle, con un escueto; luego os alcanzo se acercó a ellos, una sonrisa iluminaba su cara. Como hermanos de batalla, no dijimos nada. Al poco, sonó un disparo, seco y relevante; todos sospechamos, pero nadie se dio la vuelta...eramos una patrulla de caza.
FIN
Rafa Marín

lunes, 8 de enero de 2018

Atrapó

Atrapó en sus sueños 
aquel sueño que llegó, 
manos tiernas que le dicen:
que su infierno terminó. 
Atrapó en un vuelo de pestañas,
brisa fresca en su verdor,
la ilusión de otra mirada,
que de tanto soñar se cansó.
Atrapó en un suspiro 
una madrugada,
a la luz un hada que voló. 
Atrapó sin casi decir nada,
de sus labios el color, 
carbones de rojo encendido,
que a su alma dan calor.
Rafa Marín

Temblores

En su mano, 
flor del olvido,
una margarita
que los pétalos ha perdido.
Temblorosa como brizna 
en la ladera,
como sueño de un niño,
así va dejando morir 
las horas mirando el paisaje 
de armiño.
En su piel ya nadie dibuja,
ni las lágrimas se vuelven ríos.
Acaso en sus ojos no centellea el brillo?
Lumbre que en su mirar arde con fuego infinito, 
pero en sus manos, 
tiembla la flor
con sus si o no malditos.
Rafa Marín

miércoles, 3 de enero de 2018

Nacimiento

Bajo la pobreza
de una casa prestada,
sólo tierra batida
y un colchón de lana.
Sin vaca ni burro
que los llantos guardaran,
frío de un verano
que a renacer alcanza.
De los gritos y palos,
su madre lo cuidaba,
que si existió el infierno,
ese ni Dante lo imaginaba.
Nació chico de hambre;
ojos que sin ver miraban,
esa dulce teta vacía,
amor que lo alimentaba.
Días de olvidada miseria,
noches que el terror llenaba,
sueños que vivir querían,
mientras los años pasaban.
Nació, porque un heredero,
aquella maldita casa necesitaba.

Rafa Marín

lunes, 1 de enero de 2018

Hay un sueño

Hay un sueño que camina
entre el cielo y la tierra,
cabizbajo va sin prisa
y sin diosa que con su poder lo retenga.
Tiene en su boca lo dulce del almíbar
y en sus manos la mayor de las experiencias.
Pero como digo,
sólo es un sueño que camina
entre el cielo y la tierra.
A veces pasión que tu cielo ilumina,
con simples e inquietas sus letras,
a veces injusto demonio que te lastima,
si apremiante le exiges una respuesta.
Pero siempre será mirada que se ilumina,
ante la humanidad y su belleza.
Rafa Marín