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martes, 27 de febrero de 2018

Una ciudad

Hay una ciudad;
de adoquines sin nombre,
de carruseles apagados
y luminosas farolas;
de colas con hambre
y un frío que nadie nombra.
Una ciudad de parques desiertos,
de bancos partidos
y grandes gaviotas. 
También de almas que vagan
y el eterno ruido de ambulancias
sin hospital de destino. 
Hay en mí,
una soledad tuya
que me conforta,
un eterno sentir tus latidos,
un martillo en la fragua.
Rafa Marín

Soledad

Soledad,
encendida visión
de los campos nevados.
Tenue brizna que a la brisa, 
en silencio se enfrenta
y la mira sin mirar. 
Soledad, entre las ruinas 
de un desierto una palmera, 
que cava la arena reseca 
del sentimiento; buscando humedad.
Soledad, de ese nido vacío,
ese mudo eco
que ayer fueron trinos
y que ya no  volverán. 
Soledad...
Rafa Marín

sábado, 24 de febrero de 2018

Tus manos

Sobre la curtida piel de las mías,
van dejando tus manos,
el calor de una caricia.
Mariposas sedientas,
que son mi paz y mi alegría,
cuando distraídas sobre mí las dejas.
Hoy, tan tiernas como el trébol verde
y ayer como fuego que me consumía.
Tus manos, esa fuente generosa,
que llenó de amor esta casa y sus esquina.
Hacendosas siempre
y en mis labios amor;
tiempo que por besarlas daría.
Rafa Marín

miércoles, 14 de febrero de 2018

San Valentín

Te imagino y pienso que regresas,
con la sonrisa cansada,
siempre entre mil tareas.
Te imagino con el paso grácil,
que al ver llegar el tren se acelera.
Te imagino imaginándome,
con los ojos cerrados
y mil cosas pasando por tu cabeza.
Te imagino, ahora que hemos hablado
y sé que un detalle por mi parte esperas.
Te imagino y de hacerlo no paro,
aunque sea un día cualquiera.
Hoy, como tantos, quisiera darte mi vida entera.
No por ser catorce,
sino porque siempre estas en mi cabeza.
Rafa Marín

martes, 13 de febrero de 2018

Tú, mi eterno San Valentín

Para ti amor,
en mis sueños siempre enredada,
a veces como hermosa canción
y otras súcubo entre las sábanas. 
Del ayer,
tú me libraste de esa perdición,
que ante mí puso la parca.
Ahora, ya me ves,
ante tus ojos siempre presente
y en mi deseo ser mañana.
Quizás ...
no seré esa perfección que tu alma soñaba,
pero en la mía tú;
esa expectativa tienes más que superada.
Hoy,
San Valentín otra vez
y parece que el tiempo por ti no pasa,
que estás igual de hermosa
que aquella noche en la que mil besos
tu boca me regalaba.
Feliz día mi amor.
Con cariño

Rafa Marín

As folerpas

Caen como ovellas brancas,
dun ceo frío gris pintado,
de mil a mil, todos son xemelgos hoxe,
Ao amencer cubrirán os campos.
Mercadorías que farán querer aos cachelos,
na casa as chamas bico as mans,
Espertándose en historias de avós,
historias de bruxas, lobos e santos.
Os escamas suaves puros caen do ceo,
saltan do rexistro que arde centallas,
os pequenos diaños vivos e vermellos.
A neve reflíctese nos ollos,
paz enchendo caras cansas,
e unha pintura de ensueño no teu rostro.

Rafa Marín

Los copos

Caen mansos,
como blancos borregos,
de un cielo de frío gris pintado.
De mil en mil todos son gemelos;
al amanecer cubrirán los campos.
Bienes que te harán querer los cachelos,
en el hogar las llamas besan manos,
despertando en las abuelas cuentos,
historias de brujas, lobos y santos.
Caen del cielo puros blandos copos,
saltan del leño que arde centallas,
los pequeños diablos vivos y rojos.
La nieve reflejada en los ojos,
la paz llenando las caras cansadas,
y un sueño pintando en tu rostro.
Rafa Marín

Levitar

Levitar cual nube del azul cielo,
como los imanes que están helados,
volar hasta las alturas sin miedo,
caer cual algodón en tus brazos.
Si la vida nos trajo mil inviernos,
alguna primavera nos ha dado,
que de soñar aquestos infiernos
la piel se nos fue ayer arrugando.
Mas, esas penas duras ya se fueron,
como el huracán que trajo el mar,
en olas de plata y sal tan fiero.
En la noche estrellada al cielo,
por pedirle, pido saberte amar,
en los infiernos construir mi reino.

Rafa Marín

Bizarro

De su porte y desgarbado cuerpo,
cuelgan la virtud de sus muchos años,
tantas veces fue dado por muerto,
ninguna bajo tierra enterrado.
Paladín desfacedor de mil entuertos,
en otros mil de amor enredado,
que por ser en sus carnes bien cierto,
le pusieron por nombre "el Bizarro".
Por nacimiento y vida fue pobre,
por ventura y lides, afortunado.
Por su piel bruñido cual viejo cobre.
No se conoció jamás en el orbe,
ni tan duro ni tan bien bregado,
que la vida convirtiera en hombre.
Rafa Marín

lunes, 12 de febrero de 2018

Rosa Mosqueta

Entregaba sus manos la doncella,
heridas al cortar la bella flor,
en su piel luce cual rosa mosqueta
sangre tan pura como su ilusión.
Casual amante de ella no reniega,
ofreciendo como prenda el jubón,
terciopelo azul que le entrega,
símbolo de su alcurnia y amor.
Testigos de esta escena, nadie,
perdida quizás una gota brille,
resbalando y en silencio calle.
Amores, por prohibidos sencillos,
sin juglar que ellos su boca cante,
ni otras gentes que presten oídos.

Rafa Marín


domingo, 11 de febrero de 2018

Cerrada

La puerta verde y vieja,
siempre la recordé cerrada,
añosa madera y pintura,
por el tiempo descascarillada.
La memoria no me llega,
pero de su voz cansada
oí una vez que allí escondidos,
esperaban un piano y unas palmas.
Siempre temí abrir esa puerta,
indudable viaje al pasado;
pero hoy no pude resistir
la anhelante mirada
y sus  suplicantes manos.
Al girar de la llave, mil sonidos,
como de cascabeles me llegaron,
unos como acusadoras preguntas
y otros como el trino de los pájaros.
Nunca sabré si bebí o no debí,
pero hoy, la vieja puerta verde,
dejó de ser un misterio por todos olvidado.

Rafa Marín

viernes, 9 de febrero de 2018

La carrera (relato corto)

A toda prisa recorre los oscuros y fríos pasillos. Las rodillas le sangran y una ceja palpita tumefacta en su cara, a tropezado varias veces, pero da igual, hay que llegar cuanto antes.
A su espalda, lejos aún, resuenan los pasos que le siguen, siniestros. Tropieza otra vez, es el pie de la escalera que sube a lo más alto de la muralla.
- Ya casi estoy, piensa. Al poco de empezar a subir, todo se ilumina con la lechosa luz de una luna llena. Los pasos continúan ganando terreno y su pecho se queja por el esfuerzo.
Alcanza por fin el camino de ronda y tuerce a la derecha. Bajo la luz de la luna ve a todos los guardias muertos, se detiene desolado.
Ahora los paso van delante y se alejan. Se sienta y fruto de la tensión rompe a llorar. Una mano se posa en su hombro, casi delicada. Sin volverse espera con los ojos cerrados. Siente otra vez la mano, esta vez apremiante. Suena una voz.
- ¿Cariño, estás bien?
Él responde.
- Si, no es más que esta dichosa pesadilla.
Fin
Rafa Marín

miércoles, 7 de febrero de 2018

Legado

Siento que este libro de mi vida
se lleno de páginas borrosas,
olvidadas horas que fueron
sombras de cuadernos en blanco.
Siento que la mañana se quedó
en un rayo anaranjado
y que el gris cubrió el cielo.
Siento el frío de este atardecer mío
va llegando sin demora para decirme al oído;
no te preocupes chaval,
el tiempo a todos se les agota.

Rafa Marín