Dónde estamos hoy.
Tan solo tú y yo quedamos.
Se fueron tantos
y fueron tantos
a los que nos llevamos.
Poco a poco me siento más solo
y cada vez más vivo.
Cuando esto se acabe,
seré un pobre viejo sin vida
y sin recuerdos.
Tanto vivido y tanto silenciado.
Pero tengo a mi hijo
y a su madre a la que tanto quiero.
Ella, que cada noche
me susurra al oído un “te quiero”
que es miel en sus labios.
Pero tengo también tanto
de esta puta vida que hoy
no será el último día que vivo.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario