Ayuno

Entre estas las frías brumas,

de este bosque tan encantado,

suena mi canto desesperado,

mi alma por ella ayuna.

De la vida he renegado,

ausente ya toda ayuda,

mi boca llena de hambruna,

todo beso me ha negado.

Rafa Marín

Otra sirena

De entre las frías aguas surge,

con su cuerpo blanco azahar

y muy dentro mí un mar ruge

porque solo la puedo mirar.

Rafa Marín

Vidas

Hay vidas que de vivir se olvidaron,

perdidas en esta inmensidad,

mientras buscaban mundos extraños.

Quizás sueños que nunca llegarán,

duras quebradas vamos caminando.

Rafa Marín

Su nombre

Olvido su nombre,

cual invierno olvida a la rosa,

que en primavera florece.

Olvido su nombre,

como la noche que del sol,

su fulgor desconoce.

Olvido su nombre,

como olvidan mis ojos,

sin su sonrisa de pena perecen.

Olvido su nombre

y es por esto que ni en sueños,

es mirada un dulce presente.

Olvido al verla su nombre.

Rafa Marín

Victoria

Tu nombre que quizás todos pretenden,

pero que solo tú logras, Victoria,

pues ya no eres un clamor en sombras

sino mil luces que a la vez prenden.

Hay un ojalá, que ahora te nombra,

este fuego que dentro se enciende.

La pura verdad que nadie comprende,

pero que quisiera tener a solas.

Rafa Marín

Oda a una desconocida

Comparte generosa su ácimo pan,

rompiendo un hielo que es distancia;

un sin saber que deja su constancia,

mientas las estaciones vienen y van.

Palabras y ciudades sin importancia,

que de por su belleza ya cansan,

tiempos lejanos dejados atrás,

mientras un poema canta su gracia.

Rafa Marín

Oda

A veces, sin conorerte,

me tomo la osadía.

Lanzo al aire versos,

suspiros de esta vida mía.

Arrancarme el corazón,

que preñado de sangre,

en tus manos posaría.

Nadie sabe de este verbo,

que se muere y te hace poesía,

que cuando te miro niña,

mil estrellas del cielo bajaría.

Rafa Marín

Twitter X

En este sueño, al que nos atamos,

con voluntades propias y ajenas,

miles de abejas en la colmena,

damos todo, pero nunca estamos.

A veces como la más cruel condena,

o dulce miel para alimentarnos.

Presos de la voluntad del jurado

y del bello rostro de mil sirenas.

Rafa Marín

Sus ojos

En la húmeda noche de otoño,

cual hoja que se desprende y vuela,

apuesto mi todo al vivo rojo,

para ser del azul fugaz estela.

Ella, que una noche fue doncella,

prestando oídos a mi antojo,

siendo sus ojos amor sin rodela,

imaginándolos tal vez llorosos.

Rafa Marín

Dudas

Miro en este brumoso espejo,

del que nunca nadie escapa jamás,

no hay redención ni un ojalá,

que nos salve de dulces los te quiero.

Quién sabe a dónde nos llevará,

cuando no hay esperanza ni freno,

solo esos diez minutos enteros,

sueños de la fama que no llegará.

Rafa Marín

Al final del verano

De la dulzura de tus ojos,

siempre bañados en pena,

como un amanecer entre nieblas.

Grita mi voz a su antojo:

¡No te quiero querer, sirena!

Pues en este canto me enamoro,

un demonio que no acierta,

a distinguir entre el sonrojo,

lo que es querer de veras.

Con cariño.

Rafa

Océane

Océanos,

tus glaucos ojos,

como el rielar puro de la luna,

en una noche de verano.

Océanos,

tu figura y tu sonrisa,

para perder el alma,

en cualquier amanecer.

Océanos,

tu nombre y mi desdicha,

que hoy te marchas

y no te volveré a ver.

Océanos,

insondables y perpetuos,

este honor que es conocerte,

siendo solo un humano.

Rafa Marín

Genocidio

Cruel desgarra el opresor:

corazones, cuerpos y almas.

Ya no es la ley del Talión,

sino la más vil de las venganzas.

De aquella vieja sinrazón,

ignominia que nadie recuerda,

pues se volvieron tras ella,

primero un invasor y ahora,

los que en sus frías mentes,

lucen las cruces gamadas.

Rafa Marín

Ilusión

Y cree el loco en su ilusión,

que caen del cielo mil las blancas flores,

tan puras que se llevan sus dolores,

cuando sobre el azul brilla el sol.

Rafa Marín

Noche estrellada

Me baña la noche estrellada,

y luna que media en el cielo.

Me llenan el alma sus anhelos,

que son un grito de su mirada.

Me arropan la piel dulces besos,

y todo se vuelve miel templada,

esperanza que es almohada,

Un no dormir para subir al cielo.

Rafa Marín

Manos

En este cantar vacíos,

vamos perdiendo el alma,

como fría estas palmas,

que intenta parar un río.

Rafa Marín 

Rimas

La miro y me sonrío,

está ahí tan callada,

una luz en mi mirada,

un alto en el camino.

Anoche soñé con ella,

sentir una puñalada,

esta fría almohada,

poco ahora consuela.

Rafa Marín

Promesa

Por la promesa de un sí,

vendo mi alma al diablo,

que estoy de noes harto.

Por de su boca poder oír,

que me quiere tanto tanto,

daría como dicen un, potosí.

Rafa Marín

Musa

Ondina y musa y mujer también,

perdida entre ecos y lluvia

y que no puedo dejar de querer.

A veces es un sueño y otras pesadilla al amanecer,

un requiebro en cada palabra,

como lo fue Eva en el Edén.

Rafa Marín

Juventud

Cual blanca rosa que a la mañana se muestra,

con esa belleza sin par a todos invita.

Esa ola que liviana mi mirada distrae,

por un momento, paz que mi alma necesita.

Quizás es el sueño que mi mente imagina,

quizás una visión cuando viajo al Hades.

Tal vez sea solamente la juventud que atrae.

Rafa Marín

Pétalos de sal

Porque han de brotar pétalos de sal,

de unos ojos que son un misterio.

Dos mundos que nunca se quieren cruzar,

en estos océanos que son tiempo.

Quizás de noche podrán cielos soñar,

cuando lean los dulces y tristes versos.

Poeta sin sirena a la que cantar,

Odiseo que está, amor. Muriendo.

Rafa Marín

Escribiendo

Tantas y tantas veces te vi correr,

casi las mismas que yo no estaba,

sueños que se fueron al amanecer,

porque no entienden de las mañanas.

Ayer ya aprendí lo que es perder,

maldito juego de las almohadas,

pero aquí sigo, como siempre ves,

escribiendo, sin que sirva de nada.

Rafa Marín

Soneto alejandrino

Me siento condenado a ya no poderte ser.

Pues de tus noches soy ese eterno ausente,

sombra de otoño que se volvió perenne.

Un paseo que recorro cada tarde para ver.

Eres una mirada, un gesto dónde perder,

esta condenada alma que entre la gente,

mirar sin mirar y no parecer insolente,

abocado para que nunca a solas querer.

Si por un momento ese derecho tuviera,

desahuciado viejo que callado adora,

esa sonrisa tan hermosa que nadie viera.

Mi voz que a tu oído entre letras implora,

entre gemidos poderte decir yo quisiera:

Tus ojos, ¡niña! Luceros que me enamoran.

Rafa Marín

Impulso

Me impulsa esta tarde, aceras sin miedo,

alazán desbocado que henchido de vida,

que busca tu voz como el viento las esquinas.

Mi corazón que por tu mirada vive preso.

Mi mirada, un río de agua cristalina,

mientras esta razón es de tanto elucubrar,

un suspiro que se perdió dentro de tu mar.

Rafa Marín

El amor

El amor no se entiende en las ecuaciones,

ni en razones, ni de océanos de tiempo.

Es como una explosión dentro del pecho,

ver el mundo en su gama, miles de colores,

percibir el olor de la flor tras la pantalla

y quemarte en el tacto de una tibia piel;

que vive y está al otro lado del mundo.

Amor es oír su voz y sentirse perecer.

Es tener ganas de conquistar los otros mundos.

Es verse en su mirada y dar gracias a dios;

porque eso es para mí el hermoso amor.

No me pregunto cuánto me duele o vale,

ni si será de todos mejor o quizás el peor.

No lo imagino en largas eternidades.

Y si en un soplo tal vez desapareció.

Bien me doy por agradecido en sus bondades.

Rafa Marín

Corazón de piedra

Y al verla pasar mis ojos sueñan,

pero mi boca por ella no llora,

aquellos lamentos de luna llena,

que en la noche al cielo imploran.

La vida es dura y nos enseña,

tener el corazón como la piedra.

Que lejos quedaron los bellos sueños,

que de esta alma hicieron verbo.

Rafa Marín

Tantas noches

Tantas noches sin poder dormir,

aferrándose al destino.

Porque todo es densa niebla;

un camino que quieres sufrir,

por esperar en la esquina,

donde el sueño te matará.

Rafa Marín

Sueños

Los sueños, como pisadas en la orilla,

se van hundiendo es esta arena sin camino.

Un destino que se perdió más allá

de ese horizonte lejano,

uno a uno los pasos y poco más.

Rafa Marín

Imaginar

Imaginaba un mundo sin guerras,

en el las personas sí se amaban,

flores que las calles engalanaban,

llenas con la felicidad eterna.

Pero esa realidad tan inquieta,

que en la sombra de sí se ufana,

esclavizado obreros por nada,

impedía que la idea fuera cierta.

Rafa Marín

Pervivir

Pervivir, entre la fragua y la maza,

ser entre carbones la verdad adusta,

ni quiere sueños, ni mentiras injustas,

aún entre nieblas tiene esperanza.

Correr entre esas montañas tan duras,

como el vivo eco de mis palabras,

simas profundas y crueles mis fantasmas ,

que en las madrugadas tus ojos buscan.

Rafa Marín

No hay

No hay estrellas en el cielo,

ni brilla en él su cara de plata,

en esta perdida noche sin sueños,

en la que la paz tanto me falta.

No hay pozos ni sus reflejos,

ni un pinar que con rayos engaña.

No hay una ni luz ni fuegos,

que me digan que vaya.

No hay para correr un sendero,

ni arañazos en mi espalda.

No hay y tampoco lo quiero,

el lejano canto de su palabra.

No hay si les soy sincero,

una buena jugada de cartas.

Sólo hay este duro silencio

y una ansiedad que a mí me mata.

Rafa Marín

Eres sueño

El sueño de no vivir,

como la frágil rama,

esa vida que perdí.

Abrazo almohadas,

no sé abrazar sin tí.

Todo se va en ganas,

yendo de aquí allí,

perdido entre cañas,

dorada piel que lucir.

Rafa Marín

Ser

Ser nube solitaria bajo el azul,

que entre ilusiones se pasea.

Ser, en la grama pájaro que ramonea

y entre sus pisadas tan vez,

la oruga que lo alimenta.

Ser en este descanso estival,

la humedad que despierta,

sueño que cobijan tus piernas,

pero que nunca me alcanzará.

Hay días que son una Odisea,

años vestidos de olvido,

para que tú no me veas.

Rafa Marín

Consuelo

A veces entre miedos y suspiros,

nos refugiamos en almas gemelas, siempre tan doloridas y sangrantes,

que en su nada nos abrigan.

El consuelo es sólo una mirada amiga,

un ir para nunca poder llegar,

en esta tarde empedernida.

Sueño y ahí me echo a volar,

porque nada quiero salvo la vida.

Rafa Marín

Quién

Quién pudiera en tus ojos poder dejar una duda.

Un instante de debilidad.

El breve soplo de la brisa y hacerte suspirar.

Rafa Marín

Salió

Salió, como un amanecer tardío,

aferrada a una voluntad pétrea,

que entre equívocos se enreda,

en este ventanal de lo sombrío.

Rafa Marín

Pena

Qué pena le muerde en esta mañana,

que soleada entre lluvias y calor,

invita como lo hace esa bonita canción,

que del verso hizo nacer una lágrima.

Rafa Marín

Oda a la otra España

Hora va siendo, de afilar la guadaña,

temporeros benditos, que de sol a sol,

en la mies se dejarán la espalda.

El verano ya desdibuja el cielo,

de esta maldita y ruin España,

en la que sobran esos te quiero,

de pulsera y fácil propaganda.

Rafa Marín

Velo

La miro desde mi ventana,

tan hermosa como un sueño,

al silencio pongo empeño,

porque su mirada me mata.

Tu, dios de los azules  cielos,

ese que mi cristal empaña,

ve y descorre este velo,

con el que su mirada tapas.

Rafa Marín

Vienen viniendo

En esta gloriosa nada,

llena de viejos recuerdos,

donde vivimos sin ganas,

fascistas viene viniendo.

Es tan falaz su estruendo,

llena de vil propaganda.

Pero les seguimos riendo,

lo que no nos hace gracia.

Rafa Marín

Fascistas

Llegarán con antorchas y banderas,

señalando a los que creen distintos,

cuando son ellos los viles asesinos,

que de la incultura aparecen.

De la oscuridad hacen destino,

acallando a poetas y mujeres,

porque a la libertad ellos temen.

Hacen de la propaganda camino.

Rafa Marín 

Otras vidas y otros mundos

Se hizo amor entre corrientes,

tardes largas de urgentes versos,

porque la vida nos quiso verbo, 

como dos poetas que locos sienten.

En su orilla navegar quiero,

cual Odiseo que  cruza valiente,

ese mar que está en poniente

y los dioses no quieren que llegue.

Rafa Marín

Quimera

De mi mente y corazón reniega,

mientras de su boca pido un beso,

y ella altanera no se presta.

Mi boca se pudre en dulces versos,

que a sus duros oídos no llegan,

convertidos por la niebla en sueños.

Una quimera que me hace sufrir,

una mirada para poder seguir.

Rafa Marín

Sirena

La imagina de los mares diosa,

ser que libre habitaba los vientos.

Junto a la playa una hoguera

y unos sordos tambores latiendo.

Él, en trance con su voz susurraba,

su dulce nombre a los cuatro vientos.

Sirena sonriente que se callaba,

por no querer arrancar su corazón,

para voraz después, comérselo.

Rafa Marín

Tristeza

Me ha invadido una tristeza

y no sé cómo afrontarla.

Antes todo era muy sencillo,

pero he olvidado ser feliz.

¿Dónde están la risa y el camino?

¿Dónde sus ojos y miradas?

Salgo a pasear pero no confío,

creo que la vida se ríe de mí.

Aguaceros en la madrugada.

Un sueño que dejó de existir.

Mis pies son esa desgana;

mi boca no es el frenesí,

de unas manos delicadas,

aquello que siempre perseguí.

Me ha mordido en el alma

y su ausencia y se quedó ahí.

Rafa Marín

Fría ventana

En esta fría ventana,

donde la gardenia y el jazmín,

solo brillan para mí,

rosas de papel y yerba mojada.

En esta ilusión tan plana,

que confunde al colibrí,

que febril bate sus alas.

A un mal sueño recurrí,

con los espaldas mojadas.

Un desierto que eludir,

en cada madrugada y,

sin querer volver a reincidir,

con la aguja cargada.

Lo que fuera por vivir,

que no pasa absolutamente nada,

ruinas que humean aquí y allí,

como en la época dorada.

Ya me olvido del sentir,

agotada tengo mi negra alma.

Un madero y una cruz,

que terminen con esta charada.

Rafa Marín

Sueños de madera

De ser tronco aquel de olivo,

pase como un suspiro,

a ser leña de la hoguera,

que no calienta ningún hogar,

porque ni siquiera era madera.

Un ruido en el umbral,

un roce en la cortina y poco más,

fantasmas con lista de espera.

Y ya sé que no vendrás,

entierros de esta orfandad,

de la que no escapa cualquiera. 

Todo se volvió,

como ese cielo sin luna,

Un maldito espectáculo de tribunas.

A dónde quise llegar,

no se asoman las almas impuras,

es donde solo te dejan mirar,

si pagaste las viejas facturas.

Rafa Marín

La oscuridad me mece

La oscuridad ahora me mece,

es como un ángel sus blancas alas.

Es un todo que en mí se retuerce,

para evitar que del sueño salga.

Esta noche por favor no esperes,

aunque en el cielo la luna salga.

Todo será un de nuevo empezar,

otra fiel piedra en la que tropezar.

8° real

Rafa Marín

Silenciosa marea

Me haré silenciosa marea,

un dolor que por ti se calla,

cuando en orilla, amor, estalla,

cual dorado brillo en las eneas.

Me haré ola perdida sin agua,

como el falso jazmín que trepa

y que frente a tu muro se enreda,

mientras puro pierdo el alma.

Rafa Marín

Doradas arenas

La noche en su magia te encumbra:

eres de este mar fresco oleaje;

buena razón para echar coraje;

ese sueño que con su paz deslumbra.

Eres todo lo bueno que auguran;

un sin ser que no me deja hablarle;

más que razones para confesarle;

esos amores que nadie murmura.

Sirena entre doradas arenas,

una verdad que hoy no sé rescatar

y que está ardiendo en mis venas.

Es todo cielo y espuma de mar,

quizás la más dulce de las condenas,

que cualquier hombre pudo desear jamás.

Rafa Marín

Eres piedra

Solo eres esa piedra,

que marca el inicio del cielo

y el fin del ancho mar.

Garabatear miles de versos,

que no tienen mesura

y ni siquiera maldad.

Hay cuatro letras partidas,

porque no quieres ni la mitad,

un sin esperar que me condena,

más allá de cualquier eternidad.

Ese si tú supieras que,

me acabará por matar.

Mientras tú no te enteras,

porque no te quieres enterar.

Rafa Marín

Cómo imaginar (relato corto)

Veran desde hace ya algunos meses tengo un problema que no tardará en matarme.

No se por donde empezar, aunque tiene un principio.

Desde que nos separamos, Lucía y yo, empecé a ser un hombre feliz, no teníamos hijos y ella odiaba la casa, así que se largó y no me he molestado en saber de ella.

Cada domingo, salgo a pasear temprano, me gusta la brisa fresca de la mañana y la soledad del paisaje, aquel día fue distinto.

Un poco adelante, en la dirección en que caminaba, vi a 4 chicas jóvenes, entre los 20 y los ventipocos. En seguida se despertó en mi una media sonrisa. Todas llevaban un enorme consolador atado a la cabeza, despedida de soltera, pensé. Así que me acerque y las pregunté, buenos días, señoritas, ¿cuándo es la boda y quién es la contrayente?

Me miraron y una, mirando a otra, dijo:

Vamos, tú, que a este paso no te casas.

Dicho esto, se alejaron sin más. 

Entonces, para mi sorpresa, las dos que se quedaron, mirándome muy serias, preguntaron a la vez:

Vives lejos, ¿te gustaría pasar el domingo de tu vida?

Ladeé un poco la cabeza y las miré con detenimiento. Me preguntaba si serían mayores de edad.

Respondí con cautela, que no era una broma que me gustara. 

La que parecía más joven, se me acercó y rodeando el cuello, me besó, su lengua sabía dulce y sentí como mi pene despertaba.

Ey! Dijo la chica, parece que hay movimiento en los bajos.

Comenzando a pegarse más a mi.

La otra, comenzó a besar a la que me excitaba a mí. Serio, dije: vamos a mí casa, está aquí cerca y os va encantar.

Llegamos cachondos, entre beso y caricias cada vez más osados.

Pero antes de empezar, debería decir, quién soy o mejor, quién era.

Siempre he sido un hombre solitario. Aficionado a la escalada y sin otro amigo que el amor por la naturaleza. No sé por qué me casé, pero la verdad es que quedé escarmentado. 

Decidí reformar la casa y como tenía más tiempo libra, empecé a ir al gym.

Mi vida sexual, era penosa, pues al ver mi pene, las chicas, como mucho aceptaban hacerme un felación, pues era descomunal.

Salía poco, pero nunca renuncié a la suerte. Y un día, fui agraciado con un boleto de la lotería europea, me tocaron 17 millones.

Me volví un sibarita, la mejor comida y bebida, los mejores muebles. Un coche deportivo y así, me dediqué a mí afición por las flores.

Mi casa, era de una sola planta,  rodeada de un enorme jardín. 

Continuemos con lo interesante y que me matará.

Al llegar a casa, las chicas pidieron asearse, mientras yo les prepara un buen desayuno.

Al parecer, en tamaño de mi sexo no les importaba.

Hice huevos de codorniz revueltos con virutas de jamón, café, tostadas y mantequilla y zumo de naranja. 

Al poco apareció Iris envuelta en una toalla y Luna, completamente desnuda. Era escultural, estéticamente perfecta.

Desayunamos, evitaba mirar los senos juveniles de Luna, pero Iris no paraba de darle besos y ya desatada la urgencia, tomándola de la mano fuimos al dormitorio.

Reconozco que fue algo espectacular, me tumbaron en la cama y comenzaron a chupármela, disputándose quién se la metía más. Se alternaban, mientras una me ordenaba, la otra se sentaba en mi cara para que le diera placer. Yo me sentía enervado, entonces, Iris, mirándome llena de lujuria, dijo.

Lléname el coño de carne cabrón. Apoyé el glande entre sus labios vaginales y golosa su flor se abrió.

Sus gemidos apenas acallados por los besos de Lana llenaban el dormitorio como una sinfonía a la pasión. Eran dos chiquillas y yo, me fui yendo una y otra vez, hasta que solté un:

Ya no puedo más.

Entonces,Iris sacó una bolsa llena de coca, esnifaron y me miraron con dos brujas insaciables. No creo que la coca arregle nada, dije. No cariño, para ti tenemos esto, dándome una píldora dorada.

Como si fuese un milagro un milagro, volví a estar listo y así, nos alcanzó el martes.

Las miré y me miraron. He de ir a trabajar, pero no sé inmutaron. Me dieron una tarjeta Visa y Luna, sonriendo maliciosa dijo, el pin es 0666.

Era jueves cuando tras dormir 20 horas, llamé al trabajo, para decir que no me encontraba bien y que necesitaba unos días de descanso. Luego duchado y arreglado, me acerqué a un cajero. El saldo de la tarjeta era muy, muy grande, como para que 5 generaciones pudieran vivir a todo lujo y algo más.

El viernes, me llamó Iris, Luna y ella pasarían a recogerme para cenar.

Como la primera vez, la orgía sexual acabó tras casi 2 días de cocaina ellas y 2 pastillas doradas yo.

Cada vez que nos encontrábamos el tiempo de sexo era más largo, ellas se veían más jóvenes y guapas y yo empezaba a envejecer y a estar más demacrado; sólo mi pene parecía estar en forma.

Tras varios meses y viendo que mi salud empeoraba, me atreví a preguntar quienes eran.

Comenzaron a reír y tras empezar a besarse, me miraron como unas lobas.

Fue Luna, quien bajándome los pantalones respondió.

Somos dos sucubos y tú placer nos alimenta. Luego comenzó una felación voraz, entonces lo entendí todo.

Fin

Rafa Marín

Penitencia

Me asomo, cristal que me condena,

buscando mi maldita osadía,

que a bien tenga hoy su señoría,

librarme de esta soez penitencia.

Pues si fuera ella la libraría,

del silencio que no guarda conciencia,

pues mi alma que no tiene enmienda,

es ya la locura que desvaría.

Rafa Marín

Días y noches

Están los días como las noches,

todos en una rueca encerrados,

minan mi ya parca entereza,

como una sombra del pasado.

Ayer, que te pedía guerra,

hoy sobre la cama llorando

y mañana si mi alma despierta,

será otro jueves de mercado.

No, mi voluntad no acierta,

cosas que tiene el ser pesado.

Rafa Marín

Libertad

La libertad de soñar imposibles,

globos se se izan en la sabana,

un querer y poder con estas ganas,

tanto mirar me hizo insensible.

No es tirar al vuelo mil las campanas,

en un canto final al no me olvides,

esperanzas  ya tan sutiles,

rocío que se viste de mañana.

Rafa Marín

Duele

Duele, este silencio al que me obligó,

como ver a tu cachorro triste y herido.

Duele, cuando lo miro y le sonrío,

pero de mi dolor nada le digo.

Duele, como la herida del acero frío,

como las noches de espera,

como duele no ser creido. 

Rafa Marín

Quiero

Quiero sin pararme a pensar,

porque si pienso me muero,

de esta vida y sus entuertos,

ya no quiero ni uno más.

Regalarme en mil ingenios,

para eso es la felicidad,

darse a todos sin maldad

y si acaso robarte un beso.

Sé, esa es mi debilidad,

que siempre soy sincero,

que del mundo hecho de menos,

todo lo que se quedó atrás.

Seguir haciendo cuartetos,

por la más puta casualidad,

que esta vida se encargará,

de un día blanquear mis huesos.

Rafa Marín

Locura

Este estúpido corazón mío,

que de amores imposibles me llenó el alma,

mil razones para no amarla

y sólo una me quitó el sentido.

Porque aunque no pueda llamarla,

ni en silencio, amor mío.

No sé qué hacer para olvidarla.

Rafa Marín

¿Infiernos?

Que decir de los infiernos de otros?

Quién ya tiene uno, nunca juzga,

pues mucho tiene cuando loco hurga,

devoto de memoria en los propios?

Infiernos expuestos, dolor que purga,

cansado de futiles los agobios,

por desamores de edad impropios,

mientras ríen a lo poco que surjan.

Rafa Marín

Este mundo

El rotar de un mundo descarriado,

donde todo vale con tal de ganar,

de aquellos sueños nos olvidamos.

Este absurdo ir de aquí allá,

espejos no faltan para mirarnos,

¿no tendremos hoy por casualidad, paz?

Ese mundo que siempre he soñado,

que mi vida a ver no alcanzará,

porque nadie quiere ya arreglarlo.

Rafa Marín

Un niño

Lo imagino en aquel olivo,

con sus glaucos ojos,

mirando una lejana estrella.

Él no quiere llorar,

aunque le duela la espalda,

tan solo se queda ahí, en esa rama,

como un pájaro a punto de volar.

Las enfurecidas voces se alejan

y con una triste sonrisa,

sueña que es capitán de una nave espacial.

Que pequeño se le ve,

pero que grande se hará.

Tanto como aquella lejana estrella,

a la que nunca va a olvidar.

Todos han perecido,

pero eso ya da igual,

la vida le acabó sonriendo,

aunque no lo acabe de aceptar. 

Rafa Marín

Caballitos de cartón

Caballitos de cartón y pintura nada más,

en un añoso carrusel de sueños perdidos.

Un girar por girar en este mundo maldito,

que nos pide más, acabados de llegar.

Mil sueños inventados que no pedimos,

otro verso que nunca se terminará,

en esta locura del nunca despertar,

ya que desde el ayer no hemos dormido.

Rafa Marín

Silencio maldito

De tanto desprecio me harté,

como los pobres de ser mendigos,

que sepas que ya eres olvido

y que nunca más para ti verso seré.

Del dolor hizo mi boca un silbido,

al que acude el viento en el cañaveral,

como si fuese ese antiguo pellizco,

que tanto dio que hablar,

en las noche que tanto he escrito.

Pero este amor se fue prendido,

de mil estrellas, luces que no dañaron mis ojos,

ni mi corazón de amar podrido.

Rafa Marín

Llueve

Llueve:

con la desolación de un amor perdido,

como llueve en las noches de invierno,

sintiendo ese frío húmedo de un mar encrespado.

Llueve:

pero ya no estás en este cristal,

te volviste, corriente lejana y sutil.

Ayer estabas, pero yo me olvidé de esperar.

Sabes, como se olvida la pubertad,

como cuando te haces senil

y los nombres y caras, nada te quieren decir.

Te quise, con esa inocente verdad juvenil

 Pero todo se volvió una nada, en un cristal tan marchito,

como una rosa en un jarrón olvidada.

Rafa Marín

Llega la hora

Llega esta maldita hora,

que me entrega a Caronte

y un hades que cruzar. Sombras que fueron hermanos,

dolores que no se irán,

porque de tanto recordarlos,

inmortales se volverán.

Llega esta dura hora,

en la que nada es verdad,

en la que todo son sueños,

que nada bueno me darán.

Rafa Marín

Para ti

Para ti, una hermosa flor,

que sin promesas ni razón, 

te abres a mi corazón, 

henchido por ti de amor.

Rafa Marín 

Rosa y boca

Cual rosa que florece,

ante mis labios los suyos,

bañados en rocío,

son la fuente que apaga mi sed.

Y ahí, en ese cielo escondido,

como un Adán,

que de dios ha renegado,

me vuelvo mariposa febril

y muero sin poder,

de tu boca un sonido oír.

Rafa Marín

Ninfa

Ninfa de los arroyos secretos,

donde su voz siempre se esconde,

teme a quien la verdad responde,

volviéndose piedra y eco.

Con todo hoy su voz es silencio,

dejaron sus ojos de ser roce,

en este cristal que no supone, 

porque todo lo da por supuesto.

Rafa Marín

Prisión

Del fondo de mi corazón, 

a mismísima musa,

quise hacer canción,

por unos labios rojos, que se cierran a mi angustia.

No le quito su razón,

pero este peso me asfixia,

los mios que sin agua se agrietan

y que no saben pedir perdón,

aunque amores confiesan.

Quizás deba huir de su callada prisión

y dejarla marchar sin más querellas.

Rafa Marín

Tiempo

Hay un tiempo para vivir

y por la vida vivir luchando.

Hay un tiempo para morir,

mientra esta vida conjuramos.

Hay un sueño en el que existir,

pues así lo quisieron los hados.

Pero en este efímero tiempo,

mientras la felicidad buscamos,

siempre habrá un tiempo,

para mis ya muertos hermanos.

La osadía de sobrevivir después

de tantas vidas haber segado,

no queda más que sonreír a la parca

y tomar sus descarnadas manos.

Rafa Marín

Manos abiertas

Solo te traigo mis manos abiertas,

una mirada tan fría y cansada.

Sabes, como un viejo que acierta,

pero que nunca se apostó nada.

Ayer mientras extasiado miraba,

un rayo de sol que mi voz inventa,

me dijo que del amor se olvido,

como esa verdad que se escapó.

Rafa Marín

La noche ya media

La noche ya media y sobre el negro,

mil brillos que nunca contestan.

Yo te quise mujer y hembra,

sueño de esta cruel comedia.

Ayer, sin pedir querías más,

pero sabes que siendo hermanos,

nos tocará otra vez penar.

Nada te pido, solo poderte hablar,

como hacen los viejos amigos,

antes de su viaje comenzar.

Rafa Marín

Ilusiones

Sin mirar, cada poco mirarte,

como se mira siempre al mar,

en frescas y otoñales tardes.

Ver en ti la luz del sol e imaginarte,

porque no habrá nunca nada más,

y porque no puedo ilusionarme.

Que razón tiene el más allá, 

cuando me viste para penarte, 

ilusiones que tal vez morirán,

cada vez que la luna me llame.

Rafa Marín

Muchos a veces

A veces soy solamente yo,

esa bestia hambrienta,

que no sabe pasar sin ti.

Anoche te soñaba y lloraba,

como lloran los hombres

atrapados en la alambrada.

A veces te miro en este mar,

que bien estás y que bien me sientas.

Yo, que aunque no lo parezca,

por nadie soy capaz de rogar,

me perdería entre las letras,

con tal de poderte abrazar.

Pero luego despierto al animal,

Al mal hablado demonio del verso,

al que te imagina desnuda,

haciéndote cada mañana gozar.

Al que no te quiere señora.

Nunca te vi una mujer perfecta,

ni tampoco única y sin igual.

Rafa Marín

Oda

Roza la luz bajo la copa de los pinos,

el pedregal de mi vida zigzaguea

y entre recodo y recodo,

de amarillo pinto este cielo,

con las ganas de ser primavera.

Allá, casi en el horizonte,

mi mar de acuoso jade, brilla.

Que bonito es el sol al aparecer,

aunque sin ser, crepúsculo se vea.

Rafa Marín

Mellas

Me supuran aquellas penas,

que dejaron de  tener nombre,

al recordar las duras noches,

entre las ramas y estrellas.

Supuran como a cualquiera,

estos mil malditos dolores,

cuando pareciendo ser  flores,

del alma fueron crueles mellas.

Rafa Marín

Insensatez

De esta insensatez,

que ahora me abruma, no recordar si son dos o tres,

los amigos que me alumbran.

Esta oscuridad del camino,

del que ya solo queda la locura,

mirarme en los charcos de lluvia

y no recordar que era,

eso de la sabia cordura.

Rafa Marín

Perecer

Perecer siendo quién soy,

sombra bajo el matorral

y en las alturas halcón que acecha.

Nube pasajera o girón de niebla,

mientras en la playa soy ola que a tus pies acierta,

a ser una muerte segura.

Rafa Marín

Llega la noche

Llega la noche y es en sus ojos,

brillo de estrellas, un rayo de luna,

 el paso de un bonito cometa.

Llega la noche y mi boca le suspira,

amaneceres ya tan lejanos,

mis labios sus mieles olvidan.

Rafa Marín

La luz

De repente, se rasga el gris gastado de esta tarde

y la luz cual pincelada de un amarillo radiante,

baña frente a mi las anodinas fachadas.

Se asoman las vecinas y mientras la más hermosa baila,

el resto, como sirenas en una playa, miran y derraman mil promesas.

Rafa Marín

Canicas

Hoy me atrapa esa soledad

del fondo marino y la frialdad,

de estar en lo más oscuro.

Ascender, eso quisiera

y dejarme cegar por la luz,

de un sol que ya debe oler,

como el campo en primavera.

Miro, pero mis ojos nada ven,

son como esas canicas perfectas,

esparcidas en la arena.

Rafa Marín

Premura

Con esta premura que no tengo,

voy levantando un alto muro.

A veces, son ladrillos enteros

y otras solo débiles arbustos.

Imagino que me perdi peimero,

como esas mentes basurero.

Aquí, ya renuncié a dolor alguno,

¿pues, de qué sirve sufrir,

cuando mi destino es el encierro?

Rafa Marín

No tú, ni yo

La emoción de ver una flor que se abre,

dejando a la abeja que tome su polen;

como ese alma que a todo se expone,

mientras su corazón en llama viva arde.

Cuando es el cielo quien lo propone,

basta un mirada para ahí quedarse,

pues es mejor irse de una vez tarde,

que entre dudas andar de rencores.

Rafa Marín

A Miguel Hernández

Ya se siente el silencio de su voz,

pero no hay primavera que año,

en la que estos labios no te canten.

Cebollas, pasteles de chocolate,

como los más tiernos dulces de piñón,

y esta lágrima que hoy me sale.

No te llevaron cual res al paredón,

que España rebosaba martires,

para ti reservaron todo lo peor,

altos muros en sus crueles cárceles. 

Allí donde quiera que viva yo,

te llevaré como estandarte,

eras aquel pobre niño yuntero,

que aprendió entre cabras su arte.

Te lloro, Miguel, porque,

no tengo valor para vengarte.

A Miguel Hernández, en el aniversario de su asesinato.

Rafa Marín 

Ulula este viento

Ulula este viento que ya no me hace llorar.

Recuerdo a la chiquillas que vinieron,

y se volvió en mis labios mentira quizás.

Esos ardides que fueron como el fuego,

luminosos al principio y cenizas al terminar.

Mi boca que pastosa de ron hoy canta,

quisiera por una vez olvidar,

no ser esa oración que te culpa,

porque nada tienes que justificar.

Rafa Marín

Tiempo

Tiempo, a la muerte le pido un poco más,

esa urgencia que hoy ya no comprendiendo,

aunque quiera morir en tu boca y ser beso,

antes de que la parca me venga a llevar.

Ser ese corazón que por ti va latiendo,

aunque creas que solo te quiero follar.

Eres gordiano en este pensamiento,

y no se como poderte un día olvidar.

Rafa Marín

El ayer

Ayer en sueños creí verte llegar,

en tus ojos como siempre,

ese violeta claro de la ansiedad.

Pero no eras, no tengo suerte.

Me confundo con las cosas,

imagino momentos rápidos,

como la libélula que se posa

y con el lento gesto de la mano se va.

Quería sentir el olor de tu sexo,

el gemido  sublime de tu boca

y mi nombre en tu placer.

Pero ya nada de eso será.

El ayer, ese siempre presente

y que tantas y tantas veces olvidé.

He querido volver y mi trabajo terminar,

pero nunca siento placer en la muerte.

La libreta escondida y sus nombres,

direcciones y alguna foto gastada.

Que cruel es el ayer, con su memoria

y un todavía sin saber por qué.

Rafa Marín

Una carta

Hoy recibí carta de la suerte,

poco más o menos decía así:

Hola, campeón, de mí nada esperes,

pues el día que naciste, te maldecí.

No es nada personal, tú, entiendes,

solo eres uno más en este malvivir.

Sé que no te vas a preocupar valiente,

pues tú, tampoco esperas nada de mí.

Rafa Marín

En tu oído

En tu oído en un susurro desdecirme,

ser de entre todos el villano mas artero,

que sin tu boca este amor nunca pedirme,

lo busqué con rimas, cual amante zalamero.

Rafa Marín

El saqueador (relato corto)

Busco el momento oportuno, en silencio escucho, con esa expectación que me produce mi ansiedad. La calma es total, solo el murmullo somnoliento de lejano mar se deja sentir. Como si su lejanía fuera el presagio de otro naufragio al que saquear, allí, olvidados los muertos, las linternas se mueven ávidas de tesoros.

No sé por qué lo hago, pero hay noches, en las que entrego mi insomnio a la cruel conciencia.

- Es sólo la ley del mar, me reprobo, como queriendo ocultar que abandonamos a su suerte a los heridos, cuando no los ahogamos con tal de poder hacernos con alguna joya que portan.

Poco a poco, el amanecer acierta a llegar, descubriendo el reluciente espejo, en el que se ha convertido el mar sin olas.

Pronto una tormenta llegará y con ella, el cargamento de un mercante atraído por la falsa seguridad de un faro timado y soez.

El otoño avanza y aún no hemos tenido ninguna presa. Mientras medramos a la espera del infortunio de otros, las cada vez más largas noches se llenan de humo de tabaco de Virginia, ron de Haití y aceite de Grecia. La vida es fácil cuando son otros los que la pagan.

Hará cuatro noches, un velero se acercó peligrosamente a la costa, algunos ante el abatimiento que supone la falta de tormentas, apostó por desarrollarlo con una descarga de los cañones, pero el miedo a no acertar y que el barco escapase para informar, contuvo a los corazones de la traición.

Pero como siempre, dios proveyó, los cielos se oscureciendo y la tarde rompió en rayos y truenos. La borrasca iba a ser grande y duradera, el pueblo renació entre la ilusión por el botín que se avecinaba y el hecho indudable de la maldad que poseía a aquellas almas. Pues todos sabían que con los productos viajaban personas.

La fortuna no se hizo esperar y a la madrugada, bajo la luz de los relámpagos, se divisó una goleta medio desarbolada.

Encendieron el falso faro que guiaba hasta los escollos donde el barco encallaría y dejaría su interior al descubierto, como una gran ballena despanzurrada tras comer.

Como si el dios Poseidon hubiera decidido intervenir, el barco, se detuvo, al igual que la tormenta, la luna llena apareció e iluminó a toda la población preparada en la orilla.

Mientras tanto, en el bajel, un capitán con rostro aniñado, ordenaba que se levantaran las escotas y se abriera fuego contra las gentes de la playa.

Fin

Rafa Marín.

Condena

Me condena este deseo,

que nunca será satisfecho,

ese nunca hola y que siempre es adiós,

a veces, casi todas un frío pecho

y otras, que se vuelven maravillas,

siendo tan solo una o dos.

Ya a rogar y a tropezar no vuelvo,

porque este largo y fatigoso camino,

se hizo frontera que nos separó.

Rafa Marín

Silice

Sobre esta blanca sílice,

que es el aura de un mar

y la orilla que te desata.

Olas que a montones llegarán,

esperando a que las nombres,

como el eco de tu verdad.

Morir por tener mil razones

y vivir para dejarlas atrás;

la gloria del beso que se esconde,

y muero por podértelo dar.

Rafa Marín

Se va la musa

La musa se va mañana,

vuelve dice que al hogar,

mil canciones para cantar,

un filo de madrugada.

¿Por qué mi boca se calla?

Porque hoy no quiere gritar,

de nada sirve el versar,

cuando no la ata nada.

Rafa Marín

Suerte

Suerte, a veces lo que deseo es suerte,

un mundo de injusticias y patadas.

Para que no me traiga besos la muerte,

con su sonrisa y la cara quemada.

Suerte, que sea el pueblo quien nos gobierne

y no los que todo lo quieren para sí.

Suerte, esa jodida y puta suerte,

que no me levanten en la madrugada;

que no tiren fío a una cuneta,

cuando sea un puto cadáver sin alma.

Para vosotros, ya no os pido nada,

si acaso, el tibio sol de la mañana,

una pradera verde y una sombra,

en este camino que ya se acaba.

Rafa Marín

Labios

Luna que se recortas en el cielo,

la brisa, una tierna flor que rosa,

brota de una rama de almendro.

A ti, que en silencio paz te tornas,

apurando esos dulces te quiero,

que son versos nacidos de mi boca.

Labios que al sol se pintan de rojo,

ideas que son solo sueños hermosos.

Rafa Marín

Carnaval

Ya se va marchando,

esta noche de carnaval,

cenizas que no son llanto,

ni sardinas, ni salada la mar.

El gentil se anda disfrazado,

de moro, de judío, de nativo africano.

Porque entre tanto gentío,

algunos hasta se dicen humanos.

Carnestoltes, el bien amado,

bufonadas y canciones en Cádiz,

las gentes están cantando.

Que esta noche de guasa,

nos pille a todos de rodillas

y con la boca comulgando.

Rafa Marín.

Sentir

De este sentir que en silencio clama,

tú no estás y mi amor sin ti se va.

De este dolor que sale para brillar,

como flores de almendro en las ramas.

De este siempre por ti querer esperar,

mientras en ceniza acaban las llamas,

ave fénix que quizás nunca renazca,

días que llegan y otra vez más se van.

Rafa Marín

Tu voz oculta

La luz se muere entre sombras oscuras,

pobres mis ojos que no pueden verte,

en la madrugada me despierto veces,

creyendo que es tu voz quien me susurra.

Ayeres que en mi soledad me entretienen,

arroyos son la fuente del agua más pura;

canciones para cantar con voz que cura.

Nunca supe porque tú voz a mi oído no viene.

Rafa Marín

Oda a la no vida

Bajo este azul y su febrero,

se van rompiendo entre esperas,

los sueños confundo con penas;

el verbo se volvió mi único compañero.

Así que, mientras el final a mi ser le llega,

de esta poca lucidez saco algún verso,

cantos de un corazón que plañidero,

a vivir por vivir entre tanto se entrega.

Rafa Marín

Melodías

Vestido de silencio,

mira.

Recorre los momentos,

suspira

y en un estúpido gesto,

grita.

La verdad llena de noches vacías,

sueños que nunca llegarán.

Esta es la historia de mil melodías,

cantadas al viento como por azar.

Rafa Marín

Rimas 3

Me debato en esta suerte,

que la vida me ha dejado,

dando por bueno lo pasado,

hasta que me lleve la muerte.

Rafa Marín

Ella y él

Sobre el pedestal de blanco Macael,

con tímidos ojos, febril la mira.

Él, por ella cada noche suspira,

mientras ella siempre reniega de él.

Limpio, su osado y mordaz querer,

pues entre los mil dardos que le tira,

verbo que ella callada inspira,

mientras de lejos lo mira con desdén.

Bájate del blanco mármol bella flor,

deja que mis labios hoy te recorran,

porque siendo solo verbo soy dolor.

Deja que tu corazón se exponga,

que pintara mis ojos con su color,

sangre que pura mi boca ahoga.

Rafa Marín

Perdido

Me habla cabeza,

de aquellos ayeres malditos.

Del fuego en las venas,

siempre al alcance de un tiro.

Me hablan los ojos perdidos,

de las noches en vela,

quieto y sin hacer ruido,

para que él no venga.

Cada noche quiero contigo,

placeres que te desean,

porque hoy ando perdido,

en estas largas esperas.

Y así, mientras llegas y no llegas,

por dentro me hiere este frío,

y de voces se llena mi cabeza,

todo se volvió un sinsentido.

Rafa Marín

Romeo

Hay días extraños,

sin soles de invierno.

Se levanta la brisa

y su piel es un nido de púas.

Caminos que son destierro,

entre las veredas ocultas.

¡Ay! Acaso el destino juega?

Mata el veneno a Romeo,

pero ilesa escapa Julieta.

Que dulce es esta muerte,

camino del lejano destierro.

Rafa Marín

Te imagino

Te imagino, diosa de lupanar,

de piel morena y ojos sentidos,

que por siempre quieren llorar.

Te imagino nieve en las alturas,

con de flores rojas un vestido

y contando siempre su verdad.

Te imagino, danza de los destinos,

yendo inquieta de aquí a allá,

madrugadas de luna y olas,

en esa playa que nunca tuvimos, 

nadie nos vio una vez llegar.

Rafa Marín

Me asomo

Me asomo al vaho de la ventana,

al brillo de los charcos callejeros,

al viento que todo lo derriba,

al fondo cansado de su mirada.

Me asomo al dolor que en mí palpita,

al fuego de las chimeneas grises,

que se van cubriendo de ceniza.

Me asomo al hambre del pueblo

y a su sed insaciable de justicia.

Me asomo a mi soledad de poeta

y al eco callado de una risa.

Me asomo despacio, con la prudencia,

de quien una vez te quiso de prisa.

Rafa Marín

Otro

A mí me llega con ser otro.

Otro que solo para ella vive.

Otro que sueña

y también otro que se atreve,

a decir lo que piensa cuando escribe.

Otro que si vive sin ser mera apariencia.

Porque amor, si ahora no aciertas,

tiene la vida atardeceres,

que a mis ojos se entregan.

Otro, entre un par de otros,

que no vieron quien eras.

Rafa Marín

Vivir

El absurdo de esta vida,

que a vivir no alcanza,

mientras a la misma vida se abraza,

para que otros no mueran.

Vivir por vivir, sin ganas,

con ese dolor que suena,

a pan de mañana eterna,

que entre sábanas desafía,

a esta muerte que no llaga,

para dar jaque a la osadía,

de vivir mientras mi vida cesa.

Rafa Marín

Sueño

Hago caso y vuelvo mi vida sueño.

Ahora, entre estas plumas acogido,

veo lo efímero de mi destino;

mil verdades en cada tierno beso.

En mi corazón que es mudo testigo,

guardo cada febril y agónico deseo,

a veces convertido en callado verso

y otras imagen que en silencio miro.

Rafa Marín

Sé

 Sé que no me amas

y que nunca,

conmigo querrás me vas a hablar.

Sé, que de mí, nada te convence

y que sospechas por sospechar.

Pero también sé, que en mi mundo,

cada día como un sol te apareces,

que no puedes obligarme a en ti no pensar

y que aunque tú no quieres,

yo no dejaré de por ti soñar.

Rafa Marín

Refugio

Busco refugio en mí,

alma que tanto pena,

en esta dura condena,

que se hizo el vivir.

Rafa Marín

Noes

Me debato entre estos duros noes,

no quieren mi maldita perdición,

telones del acabó la función,

que en mi cara se volvieron leones.

Rafa Marín

Caminos

 Hay caminos que ya no tienen nombre,

como el de Alicia, amarillos.

Deberiamos hacer algo sencillo 

sentarnos para que todo repose.

La vida con sus grandes desatinos,

nos hablará de las pieles el roce,

algo que nuestra alma no conoce,

a toda prisa todo lo vivimos.

Rafa Marín

Quieres ser

Quieres del mar ser sirena,

pero eres cielo en las alturas;

sueño del que no despertar,

hasta que esto se pudra.

Eres de mi camino la piedra

y acequia, de agua limpia y pura.

Una tarde donde pasear,

entre la playa y sus dudas.

Eres, porque con eso me bastará,

beso en la densa y fría niebla

y canción, de todas la más dura.

Rafa Marín

Sin saber

Sin saber y sin querer saber,

se van sus días consumiendo.

negaciones que no entiendo,

entre huir y el querer perder.

Lejano el odiado ayer,

mano que vida fue meciendo,

mientras grietas dejó ardiendo,

con todo lo que puede prender.

Rafa Marín

Hay

Hay una verdad que se vuelve dura,

noches que quereren abrazar su piel

y no estas almohadas de plumas.

Hay, aunque así no lo queramos, hiel,

en estas palabras entre la bruma;

un silencio que se hace siempre fiel,

porque no caben eternas las dudas.

Un sueño que no puede ni quiere creer,

aunque no tenga esperanza alguna.

Rafa Marín

Por imaginar

Por imaginar, imagino, un sueño,

ese adolecer, entre noche y camino.

El fresco de un invierno que tal como llega,

ya se ha ido entre nubes y esferas,

vestidas de verde y cola en los sentidos.

Acaso, si al cielo, ya cansado miro,

vere un mantra de estrellas,

luces antes del alba que no son,

la gratitud de sus mil jaulas.

Cuando quieras que algo nos valga,

deberemos decidir con qué destino,

pues, aunque de su boca nada salga,

ella siempre recordará el principio.

Rafa Marín

Impío mar

En este impío mar,

hecho de cristal de cuarzo,

entre palabras y nada más,

todos arriman su cazo.

Siempre pidiendo ganar,

los que no sabes de abrazos;

como amapolas en un trigal,

poco a poco despuntando.

Si quieren saber la verdad,

todos acabaremos pagando.

Unos en ese vil metal

y el resto en ruido vano.

Rafa Marín

Callar

La noche mira y me siento feliz,

llega este esperado momento,

en el que me pide la vida seguir,

he de dejarles por todo un tiempo;

solo será un instante de aquí.

Es el irremediable, fatal juego,

entre el no poder deja de sentir

y los versos que callar ya no puedo.

Rafa Marín

No temas

No temas al verso que se derrama,
teme al vacío de la distancia.
Mundos que aún siendo tan lejanos,
con su frío el fuego no apagan.
No temas al poeta que vida clama,
si a la noche y a su silencio.
Teme al cielo prendido en llamas,
en lo más crudo de este invierno.

Rafa Marín 

Locura

Cada noche conjuro esos espectros,
que en mi cabeza se acumulan.
Son la sed siempre insatisfecha,
el hambre de poder y la ira.
Cada noche, con ahínco me entrego,
para no perder la cordura,
mientras que de las cadenas tengo,
sujeta a mi maldita locura.

Rafa Marín 

Bajo el cielo

Bajo la mirada fría del cielo,
millones de estrellas lejanas,
siempre de silencio rodeadas,
de sus labios vi escapar un beso.
¡OH! Como podría no amarla,
ese animal que es tan bello,
pero que nunca será consuelo,
a pesar de estas rotas plegarias.

Rafa Marín 

Ser

Ser una pavesa, nada más,
que en la noche ascienda.
Ser por un instante feliz,
como el brillo de una estrella
y súbitamente apagarme.
Perderme entre las sombras,
de un fragante bosque en primavera.
Saltar como el agua del arroyo,
para ya no volver atrás.
Dejar esta vida tan ajena,
para con una sonrisa morir.

Rafa Marín 

Si por ser fuera

Si por ser fuera,

quisiera ser la alegría de tus besos,

un mantel sobre el prado

y el contenido de una cesta.

Quizás fuego que arde,

alegría y brillo en la chimenea.

Una oscura noche de pecado

y el que presume a tu vera.

Si por ser fuera,

en el cadalso ajusticiado,

antes que por ti, morir de pena.

Rafa Marín

Nada

Al final eres tantas cosas,

que te vuelves una nada;

el rocío sobre la hierba,

que a poco desaparece,

bajo la tenue luz de un sol,

que mis huesos no calienta.

Te vuelves juguete olvidado

o una muñeca tirada,

que no tiene piernas.

Así, al clamor de los días,

vas de aquí a allá mirando,

pero nunca de verdad aciertas.

Rafa Marín

Una sombra en el cristal

No, no diré que soy inmortal,

aunque no sea lo que tú imagines.

Diré que soy humano, nada más,

no el sueño de una noche de verano.

Fui guerrero, sin patria, ni bandera;

un oscuro pasado del que ya nada queda. Una sombra en el cristal,

cual suspiro que te inquieta.

Rafa Marín

Sinsabor

A veces hay un olor a sinsabor,

se oculta tras miles de palabras,

esas que ni los cultos poetas ladran,

disfrazadas entre versos de amor.

Universos que en fuego estallan,

como el sutil perfume de la flor,

incendiada armonía del color,

aunque por mucho desear, nunca sacian.

Rafa Marín 

El rayo de luna

Sobre el estrado ligero se posa,

casual como el canto de un ave,

se proyecta el rayo de luna.

Todo se vuelven sombras azules,

unas casi negras y otras,

fantasmales como ese brillo,

que turbulento fulge de la cascada.

Pero en la sala nada se mueve,

solo ese fortuito rayo de luna que avanza,

despertando en la noche tras de si,

misteriosos silencios de madrugada.

Rafa Marín

El adiós

Mientras miro, iba a comentar,

pero quizás ya no valga la pena;

el sueño es dulce mientras se sueña.

Luego, con una sacudida,

viene la vida y te despierta.

Cuántos ojalá, escondidos,

en las venas que se secaron.

Todo, para dejar un rastro de miseria.

El adiós, es ese gesto cruel,

que la palabra nunca expresa.

Rafa Marín

Medianoche

Llega la medianoche,

con el canto de los lobos,

esos que buscan mi carne,

porque me creen presa.

Oscuridad de mis demonios,

dragones que no se fían,

que la vida les trajo hambre,

otras veces duras agonías.

Bajo la parra del aprisco,

apoyo la silla y espero.

La noche sombras y nubes,

la luna siempre espera,

que la madrugada despierte

y levante llantos al alba.

La muerte pisa los cortijos,

olivares y esa casa,

que en mitad del rico pueblo,

todos creían bien guardada.

Rafa Marín

En clave de sol

En clave de sol,

se juegan las voluntades,

siempre en un ya sabes,

que no tiene perdón.

Una oda a los cristales,

camarero pon ron,

que en este callejón,

pagaré por mis maldades.

En tu eterna negación,

de las obvias verdades,

que aunque con nadie hables,

ya me heriste el corazón.

Rafa Marín

Bella

Se la ve tan bella,

ahí, asomada a esta voz,

que a días se cansa.

Con sus labios rojos,

con mil palabras calladas.

Yo, que morí por ser antojo,

revivo para volver a mirarla.

Así, como un Lázaro,

en mitad de un campo de abrojos,

sin saber como poder amarla.

Rafa Marín

Sueño

Eras un sueño y te volviste pesadilla.

Un no sé, porque no comprendo,

esas cosas que ayer decías.

¿Acaso fui solo eso,

un miedo en la barriga?

Sin saber que llevo dentro,

te conjuras contra mi vida.

Rafa Marín

Suerte

De esta suerte que conjura,

entre espasmos nuestras pieles,

sin dejar de ser en mi mente,

más que un sueño que me apura.

Rafa Marín

Sin querer

Casi sin querer, he visto la pequeña playa.

Tan desierta y vacía,  que las olas al llegar,

parecían palomas de alas blancas.

Me trajo recuerdos de un ayer,

que en mi memoria se perdían,

como el tiempo en la madrugada.

Que altivos algunos sueños,

en los días llenos de pobre calma.

Rafa Marín

Agraz

Agraz la tarde, entre noticias se hunde. Pobre ninfa, entre fiebres cansada. Para hacer nada se me ocurre, salvo quizás, hacerla sentir amada.

Rafa Marín

Sobre la colina

Sobre la colina,

con el mar de fondo,

arden su cuerpo y mis demonios.

La vida, mía no la quiso

y sus cenizas hoy esparzo.

Que cruel agonía,

está que en versos comparto.

Con las llamas el cielo se ilumina

y el amanecer levanto,

en esta callada letanía,

que es mi voz cuando le canto.

Rafa Marín

Bosque

Bajo lo más azul del cielo,

ahí extendido como mar,

un bosque umbrío que amar,

porque a él todo le debo.

Cien aventuras las que callar,

contar esas cosas no puedo,

largas noches llenas de miedo,

que ni la lluvia pudo parar.

Bosque, oloroso azahar,

veredas, caminos sinceros,

en la mañana recorrerlos,

en un claro, poderte amar.

Pues eres tú, lo que más quiero,

casi sin en la vida pensar,

hacer un dulce allí hogar,

bajo las ramas del hayedo.

Bosque, siempre de vida lleno,

un imposible que gobernar,

pues por mucho que lo quememos,

como un fénix renacerá.

Rafa Marín

El poeta

Quisiera el poeta ser trovador en tu ventana,

un macizo de rosas o el verde en la pradera.

Arroyo cantarino que salta

y el musgo que cubre las piedras.

Quiere el poeta, unas veces ser lágrima

y otras, la risa que de tu boca escapa.

Rafa Marín

Morir

Y si a partir la vida me invitara,

no quiero lloros plañideros,

que como brumas sofocan el alma.

Quizás en el amanecer fresco,

al mar lanzad mi querida barca.

Ser para Jonas ese claro señuelo,

que entre el oleaje ya avanza.

No quiero rezos, ni aún los sinceros,

pues a los dioses mi mi boca los rechaza.

Alzad el canto dulce y ligero,

que escapa de las gargantas,

pues no a de haber mayor duelo,

que ser en las mentes la añoranza.

Que allí, donde a mi cuerpo den fuego,

un poema se lea con voz clara,

sin ser compungida en sentimiento.

Rafa Marín

Luna

Llega la luna de este enero,

como ella siempre a nacer llega,

cual llegará sutil la primavera,

cuando pase este duro invierno.

Se engalana sola en el cielo,

tan blanca y brillante y ligera.

Que nunca podrá decirle cualquiera,

que no invita con dulces te quiero.

Rafa Marín

Ver, mirar, sentir

Ver, mirar, sentir y en cada palabra,

ser el fiel jardinero de su existir.

Emborracharme en su dulce elixir,

manantial oculto que no acaba.

Sin ser rasero con el que medir,

teniendo una cuantas palabras,

hacer la magia del abracadabra

para poder traerte hasta aquí.

Cuanto cielo y tierra entregados,

a los sueños de la feliz poesía,

que los ojos nos tiene embargados.

Un sin ella que nunca sería,

Al que urgentes nos entregamos,

sin reparar en que sea noche o día.

Rafa Marín

En tus labios

Amanecer y de entre las sombras,

cual fénix incendiado renacer.

Ser el primero que tus labios nombra,

horas y en un suspiro desaparecer.

La virtud que otra vez vida cobra,

palabras y brisa y después volver,

la quietud de una noche que borda,

en el sueño besos sobre tu piel.

Rafa Marín 

Eres noche

Eres noche y me vienes a buscar,

sonido de cadenas que tintinean,

como mi conciencia en la madrugada.

No hay un ayer que merezca la pena,

solo esos "qué será", que en tu sexo golpean.

Fui tanto rato de desganas,

olas que vienen y van, enganchadas con la marea.

Rafa Marín

Sin decir

Sin decir,

Cada día me muero un poco.

Sin saber si estoy aquí o allí,

Maldito campo de abrojos.

Sin pedir,

De tus labios lo quiero todo,

Por vivir,

Empiezo a volverme un loco.

Que decir, 

En mis venas gobierna el rojo.

Dragones en la madrugada,

Que no saben de la verdad,

Nada de Nada.

Insistir,

Para perder en cada trato el alma.

Le vida me volvio poeta,

El antes de la metralleta,

Escondido en lo más alto de las ramas.

Rafa Marín