Solo eres esa piedra,
que marca el inicio del cielo
y el fin del ancho mar.
Garabatear miles de versos,
que no tienen mesura
y ni siquiera maldad.
Hay cuatro letras partidas,
porque no quieres ni la mitad,
un sin esperar que me condena,
más allá de cualquier eternidad.
Ese si tú supieras que,
me acabará por matar.
Mientras tú no te enteras,
porque no te quieres enterar.
Rafa Marín
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