Cada noche conjuro esos espectros,
que en mi cabeza se acumulan.
Son la sed siempre insatisfecha,
el hambre de poder y la ira.
Cada noche, con ahínco me entrego,
para no perder la cordura,
mientras que de las cadenas tengo,
sujeta a mi maldita locura.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario