Y al verla pasar mis ojos sueñan,
pero mi boca por ella no llora,
aquellos lamentos de luna llena,
que en la noche al cielo imploran.
La vida es dura y nos enseña,
tener el corazón como la piedra.
Que lejos quedaron los bellos sueños,
que de esta alma hicieron verbo.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario