La luz se muere entre sombras oscuras,
pobres mis ojos que no pueden verte,
en la madrugada me despierto veces,
creyendo que es tu voz quien me susurra.
Ayeres que en mi soledad me entretienen,
arroyos son la fuente del agua más pura;
canciones para cantar con voz que cura.
Nunca supe porque tú voz a mi oído no viene.
Rafa Marín
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