Sentado en esta
playa
que tantas veces
me vio llorar.
Se iluminan hoy
mis ojos
cuando te veo
llegar.
En tu cara esos
dos ojos
que parecen dos
estrellas
que se negaron con
la noche escapar.
Tu sonrisa tan
blanca como la espuma
de las olas que
adornan al mar.
La mañana va
corriendo
como un caballo
en la recta final.
Y mi mente hoy
comienza
de nuevo a soñar.
Son tantos los
recuerdos
que no sé por
dónde empezar.
Unos viejos como
el tiempo
y otros acabados
de estrenar.
Pero todos
llevan dentro
un trocito de mi
ser.
Todos animándome
a seguir
sin volver la
vista atrás.
Rafa Marín
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