Arrastro mi cuerpo hasta este rincón
de belleza iluminada que son tus ojos de hada.
Me dejo vencer sin ofrecer batalla,
perdidos los sueños y sin nada que hacer,
qué tengo que perder si no es más que la vida.
Rodeas con tus piernas mi espalda
y siento nacer un cielo dentro de mi alma.
Los demonios que vagan entre las sábanas
y el quejido de tu voz que todo lo inflama.
Mis ojos cerrados que en silencio la llaman.
Mi perdición que en tus labios se fragua
y ella será la luz que no va a volver.
Rafa Marín
Y ya no ofreces batalla
ResponderEliminarTe dejas abrazar por sus piernas
Por su Inflamada llama
Ella te quema por dentro
Ardes en su batalla....