Pasó la tarde
entre el roce de pieles y labios,
desnudos.
ardiendo en el fuego del deseo.
Pasó entre
gemidos al oído susurrados
y gritados a los
cuatro vientos.
Tu cuerpo perlado
de deseo y sudor,
mi cuerpo que
atrapado en ti va provocando
el temido y
esperado momento del orgasmo.
Agotados nos reímos
como adolescentes alocados.
Nos sorprende la
noche y dejamos asomarse
a la luna por la
ventana abierta.
Altavoz de esta
tarde en la que nos amamos.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario