Me sorprendo
otra vez mirando por la ventana.
Espiándote desde
la oscuridad que nos separa.
Sólo eres una
sombra, que de cuando en cuando pasa.
Y sin embargo
despiertas en mi el desasosiego.
El recuerdo me
asalta, fue una noche lluviosa y triste.
Yo acababa de
mudarme al edificio la semana pasada.
Leía sentado
junto a la ventana,
mirando de
cuando en cuando
al muro oscuro
que me servía de paisaje.
Aquella noche se
iluminó un rectángulo en el muro
y tu sombra
quedó recortada dentro de él.
Rafa Marín
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