Me encontró la
tarde aferrado a tu recuerdo.
Como un ratón
atrapado en un cepo
y no sabe qué le
deparará el futuro incierto.
Tu nombre,
al que cada día
me asomo con esa naturalidad
que me hace
creer que estamos juntos otra vez.
Pero que también
me habla de lo lejanos que estamos
y lo profundas
que son las aguas de este mar que nos separa.
Ayer cuando
entre confidencias te contaba
y que hoy ya no
te cuento.
Por no parecer
un engreído que por tu vida clama.
Rafa Marín
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