Me sorprende la mañana
con esta alegría inesperada.
Quizás el manto de lluvia primaveral
que hace florecer los campos,
sea el impulso que necesitaba.
Pero verte despertar sonriendo
es un regalo que no me esperaba.
Me haces sentir tan bien,
que te entrego mis sentimientos
sin envolver en locuaces palabras.
Mirarme en tus ojos
y descubrir renovadas promesas.
El sueño que perseguí
y que la noche me dio sin reservas.
Rafa Marín
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