Vacía.
Como la antesala del purgatorio.
Como están las ramas en el otoño.
Como los sueños de este pobre loco.
Solitarias almas que vocean sus silencios.
Las risas no compartidas
en las madrugadas de este otoño.
Cuando al amanecer seguimos estando solos
Sobre la acera van quedando
la hojas muertas tributo son al otoño.
Serán verdes mañana cuando quizá
vuelva la primavera y todo renazca.
Cual bregado amante a tus ojos me asomo,
para perderme en ellos como en la noche
se pierden los solitarios lobos.
Tú sonríes desafiante reina en su trono.
Rafa Marín
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