Creo que
llegó el
momento
de claudicar,
de doblar las
rodillas
y dejar de
gritar.
No soy más que
un alma
solitaria
que buscaba la
verdad.
En este mundo
enfermo de
orgullo
y propia
verdad.
Mentiras
repetidas
hasta la
saciedad.
Este mundo yo
no dejo,
pero me dejaré
arrastrar,
incontenible
es la marea
de los que
quieren olvidar.
Llena tengo el
alma
hasta la
saciedad
de
sentimientos estériles
que no paran
de asomar.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario