Perdida ella entre letras
de su alma herida quedó.
con un socorro gritado
Su voz sincera hoy me llegó.
Viento que mi rostro azota.
Cómo dudarlo y no correr
al encuentro de su derrota.
Dónde fue hoy su mente,
quizás perdida hoy decidió
en mil pedazos quebrarse.
Como vaso que en el suelo
en miles de pedazos estallase.
Saltó al vacío de esta tarde
sin red que su cuerpo atrape.
Solitaria loba que busca refugio
entre el rancio sudor de los bares.
Rafa Marín
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