Disculpa si
estoy aquí otra vez,
no pude
decirte lo que me costó,
todos los días
de la vida aprender.
Las noches tan
solitarias que,
los años se
empeñaron en hacer red,
me tienen tan
atrapado que ya
no se muy bien
qué tengo que hacer.
Las ventanas
están cerradas,
tengo que
imaginarte para poderte ver.
Los días aquí
encerrado, son una idea
que en mi
mente se echa a correr
por caminos
perdidos cuando llega
el solitario y
temido anochecer.
Sólo tenía una
cosa que decirte,
se quedó
colgada de este eterno ayer.
Como flores
secas que se muestran
olvidadas en
el mismo sitio al amanecer.
Rafa Marín
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