Hoy que estás aquí a mi lado.
Te miro así, como entre asombrado
y por siempre de ti enamorado.
Nunca supe por qué te quiero
y eso nunca me ha importado.
En esta vida de rupturas
y desapegos voy como un ciego.
Cada día al mundo salgo de tu mano
que para mi no hay más seguro guía
que tu voz amiga y tus firmes brazos.
En tus ojos como platos leo mientras
las castañas de otoño se van asando,
ese fondo curioso que se despierta
cuando me sorprendes a tus ojos
como un niño travieso mirando.
Rafa Marín
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