Rugen en la madrugada,
con esa mirada impotente,
la belleza de tus ojos.
Cautos pozos de luna,
que me atrapan sin saber.
Hoy, perdidos en esta bruma
que del mar quiso nacer;
cantan a la ventura,
de ser paño de mástil,
cabo de guía y en el fondo,
también pesada ancla.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario