Bajo el alero,
el nido vacío me mira
y pienso.
¿Adónde fueron las
vivaces golondrinas?
Miro al cielo de límpido azul
y levantó el cuello de mi gabán.
Otro día más de invierno,
otro día sin tus manos.
Otro día siendo nido vacío
que no puede emigrar.
Rafa Marín
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