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domingo, 27 de enero de 2019

La verdad (relato corto)

Sentado ante la pequeña mesa de escritorio, sobre una hoja volcaba todas y cada una de sus fantasías.
Eran como un mantra, como un deseo insatisfecho y lejano.
Sólo hay una verdad,
la del genio manipulador,
la de la conocedora de mi secreto.
La de quien aprovecha
condición y momento,
porque cree que no sé,
que no puedo ver.
Pero no soy yo,
son esa oscuridad
y mis dormidos demonios,
le atraen, quiere verlos
y acariciarlos sin que despierten.
Quizás hacerlos parpadear un poco
y así poder mirar sus ojos.
En medio de esa locura incomprensible, el sujeto iba consumiendo sus últimas horas de vida.
Aprovecharía la última noche del invierno y entraría en el recinto a sangre y fuego; para morir matando entre ese grupo de genios, magos y brujas. Lo tenía todo atado y bien atado.
Los días fueron pasando, mientras en la soledad vacía y fría de aquel cuchitril el sujeto se fue auto consumiendo.
Una noche, sobre el 12 de marzo, recibió una visita. Estaba tumbado en el hediondo sofá, las últimas briznas de marihuana hacía horas que se consumieron. Y notaba la aplastante lucidez de su insignificancia.
La puerta se abrió y un brillo inexplicable lo inundó todo.
Se frotó los ojos, como pudo se puso en pie y dirigió sus pasos hacia la luz.
Quizás si hubiera estado más colocado no habría percibido el olor a mujer, ni el roce de las uñas por la pared. Intentó huir, pero la aplastante redondez de la figura femenina cayó sobre él.
Notó la urgencia de unos labios en su cuello, la desesperación de unos torpes dedos, notó y no pudo rebelarse.
Tras un momento, la chica le mostró una bolsa con hierba y una sonrisa.
- ¿Qué, aún estás decidido?
Él, se levantó del suelo y tomando la droga se fue hasta la pequeña habitación.
- Anna, llamó, ven, vamos a gozar de esta maravilla y de ti.
Las horas siguientes fueron un cúmulo de risas, porros, sexo y orgasmos.
A la mañana siguiente, el sujeto decidió comenzar con los preparativos.
Despejó el suelo del piso y extendió en él una lona escrupulosamente limpia.
De cada escondrijo sacó armas y munición y cuando todo estuvo dispuesto, comenzó con la tarea de limpieza de las armas.
La chica volvió a la noche y cada noche se repitió el ritual...
Esa noche, 21 de marzo, el sujeto estaba sereno y tranquilo, vestido con ropa táctica y armado hasta los dientes esperaba a la hora.
Apareció la mujer, Anna y le mostró la boda de marihuana y la voluptuosidad de su cuerpo, pero él la miró y dijo, lo tengo que hacer ... Anna, la humanidad depende de mí.
Ella lo miró con una lágrima en los ojos y el sonrío.
Anna, levantó una mano y pronunció un arcano.
यो शक्ति, तपाईंलाई आदेश दिन्छु: अहिले मर्छु।
El sujeto se detuvo, tomó una pistola y se disparó en la cabeza.
Anna salió sorteando al sujeto muerto en el suelo y se dirigió al aquelarre.
La gran maestra y bruja, la esperaba.
- ¿Y? Dijo con suavidad...
Anna la miró a los ojos sin contestar.
- Cada vez está resultando más difícil permanecer ocultas. Repuso la gran maestra.
Años más tarde, sobre un sofá, otro chico se sintió tocado por la luz. Una hermosa mujer, se mostraba ante él, desnuda y anhelante, en sus manos una pequeña bolsa con marihuana.
El chico levantó la cabeza y dejó el lápiz sobre la libreta.
Se podía leer en ella:
" Sólo hay una verdad, la del g..."
Fin
Rafa Marín

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