Recogido
momento
a la sombra de
la luna.
Aquí duermen
las almas
y sus cuerpos
olvidados.
Callada
ingente masa
de ausentes
miradas.
Amparado en
este coche
que despacio
se pasea,
miro hacia la
noche
sin que tus
ojos me vean.
Soy invisible
instrumento
aunque tú no
me creas.
Llueven
miradas tímidas
en la calle
atestada.
Amor de jóvenes
efímeras
con el alma
desdoblada.
Ellas y sus
caras pícaras,
piden sin
ofrecer nada.
Leo y descubro
que formados estamos
por trillones
de átomos vibrando.
Y lo único que
me sorprende
es que todos a
la vez estén en ti pensando.
Rafa Marín
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