La luna se
marcha
del cielo
estrellado.
Se alegra Leo
saltando hacia
Virgo.
Corazón bravo
que perdió su
destino.
La noche se va
entre equívocos.
Tímido asomo
a tu paz sin
excusas.
A las alas de
halcón
que tú veloz
usas
para huir de
mi
convertida en
musa.
Son tus
sentimientos
montaña rusa.
No busques en
mi esa paz
que cada tarde
llenará
de besos tu hogar.
Soy sólo una
tormenta
de furia
pasajera
y largas
ausencias.
Yo nunca soy
paz.
Ya no lucho
por enamorarte.
Atrás fui
dejando versos y regalos.
Noches de
llanto y sin sabores.
Ahora callado
espero
a que caigas y
poder levantarte.
Rafa Marín
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