Cuán tenebroso
mar
son los duros
silencios.
Noche eterna
sin luna.
Pasos cortos y
sujetos.
Niño despierto
que no acunan.
Acallados
sentimientos
en esta vida
sin cura.
¡AY! Que árido
desierto
sin palabras
de caligrafía pura.
Callados manos
voz teléfono.
¿Dónde están
los amados versos?
¿Quién lo creó
a este muerto
y frío silencio?
Mi voz
argentinada para sí reclama
que ella es
poema y verbo.
Contadora de
historias
en palabras
enlazadas
al son de los
sentimientos.
Mi voz, ilusión
y vida clara
no nació para
guardar silencio.
Rafa Marín
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