Por entre las
sombras
calurosas del
jardín,
va cayendo
artificiosa
esta lluvia
sin fin
que la
manguera provoca.
Poco a poco se
refrescan
las flores
mimosas,
los cuerpos
desnudos
y la tarde de
risas locas.
Entre estos
juegos
que nos
acercan sin pensarlo
a la infancia
que tanto tiempo
hace que atrás
dejamos.
Una tarde de
verano,
que sin prisa
se nos va
escapando de
las manos.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario