La noche y mis
quebrantos
con luces se
llenaban.
Una voz de pura
plata
entre los
pinos me guiaba,
niña del ayer
que una copla
cantaba.
Repudiaba de
mis besos,
los que de mi
boca
nunca a tiempo le llegaban.
nunca a tiempo le llegaban.
Como digo
luces fueron
de un cielo
que las nubes encapotaban.
Entre truenos
fieros
como ya no
recordaba
me empapó el
agua helada.
Un rayo era
lo que mi alma
atravesaba.
Rafa Marín
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