¿Dónde están
hoy
las risas
despreocupadas?
Cuando el sol
se levanta
y lo ves desde
la ventana
y alargas las
manos
y ellas no lo
alcanzan.
Espacios
vacíos de un muro,
pantallas
enrejadas.
Desde mi
cárcel
de sensatez e
infinita cordura,
no puedo mirar
hoy al cielo
sin cierta
amargura.
Atrás se
quedaron
aquellos años
de dulce locura,
aún tenia
sueños que volaban
por la noche
oscura.
Y después de
toda
esta larga y
hermosa vida...
¿Qué me queda?
si no es la
cabeza erguida.
Saber que mi
libertad
nunca fue a
otros vendida.
Saber que por
ella
mi vida yo daría.
Rafa Marín
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