Trajo este amanecer,
otra dura despedida,
luz que quiso saber,
cosas de mi cruel vida.
Trajo quizás también,
una arrebolada mejilla,
que al poder comprender,
huyó por las esquinas.
Las verdades del ayer,
van dando por perdidas,
sueños al amanecer
y miradas de chiquilla.
Asomado a la madrugada,
quise ver sus ojos tiernos,
cuando la noche se acaba.
Ahí estaban los infiernos,
los que nunca se escapan,
los marcados al hierro.
otra dura despedida,
luz que quiso saber,
cosas de mi cruel vida.
Trajo quizás también,
una arrebolada mejilla,
que al poder comprender,
huyó por las esquinas.
Las verdades del ayer,
van dando por perdidas,
sueños al amanecer
y miradas de chiquilla.
Asomado a la madrugada,
quise ver sus ojos tiernos,
cuando la noche se acaba.
Ahí estaban los infiernos,
los que nunca se escapan,
los marcados al hierro.
Rafa Marín
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