En esta tragicomedia,
en la que se mezclan vida
y orgullosos los actores,
cada cual entona a los dioses,
de su loca vanidad,
las cualidades mejores.
Yo, que nada puedo pregonar,
haré el silencio de las flores.
Sobre la arena cuatro palabras,
para que el infausto mar,
sin piedad las borré.
Que lejos queda la verdad,
cuando no hablan los pobres,
los llantos sin consolar,
las vacías manos de cobre;
a veces son tierra negra
en la que se mezclan vida
y orgullosos los actores,
cada cual entona a los dioses,
de su loca vanidad,
las cualidades mejores.
Yo, que nada puedo pregonar,
haré el silencio de las flores.
Sobre la arena cuatro palabras,
para que el infausto mar,
sin piedad las borré.
Que lejos queda la verdad,
cuando no hablan los pobres,
los llantos sin consolar,
las vacías manos de cobre;
a veces son tierra negra
y otras líneas de girasoles.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario