En mi pecho que sangra,
entierras tus delicadas
y también duras garras.
De rojo sangre te salen,
pulidas y bien bañadas;
que dolorosa es tu pasión.
Ocultando risa y mirada,
muestra sólo medio sol.
AY! Corazón y tu guadaña,
matas de amor mi corazón;
cuando a tu voz engañas,
renegando de mi voz.
¿No son ciertas mis palabras?
Mira a mis ojos y dímelo,
pues tú no dudas nada,
y mil dudas tengo dentro yo.
entierras tus delicadas
y también duras garras.
De rojo sangre te salen,
pulidas y bien bañadas;
que dolorosa es tu pasión.
Ocultando risa y mirada,
muestra sólo medio sol.
AY! Corazón y tu guadaña,
matas de amor mi corazón;
cuando a tu voz engañas,
renegando de mi voz.
¿No son ciertas mis palabras?
Mira a mis ojos y dímelo,
pues tú no dudas nada,
y mil dudas tengo dentro yo.
Rafa Marín
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