Me arroparon los sueños
convulsiones de una necesidad,
siempre llena de ausencias.
Tuve tu mirada y no tus manos,
como cerrarlas bajo el agua
y abrirlas siempre de ti vacías.
Tuve solo tus ojos que fueron,
esa nebulosa lejana y fría;
sueños de un poeta
que de silencio, cada noche
de amor se moría.
Rafa Marín
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