Tengo frío y hambre,
no hay en este agujero
un dios que a mi me ampare?
Quizás de todo mi dolor,
sea el no poder hablarte,
el único que encoge mi corazón.
Tiempo atrás,
cuando los amaneceres eran
nieblas y fuego solo habitaba
el hogar de los miserables,
cuando no era más que súbdito
de aquella barbarie
por ti y tus ojos supliqué yo.
Perdidas las almas brillan
y del cielo el amor no cae,
plateadas frutas del mal,
y es el rojo de mi mirada
la señal que las atrae.
no hay en este agujero
un dios que a mi me ampare?
Quizás de todo mi dolor,
sea el no poder hablarte,
el único que encoge mi corazón.
Tiempo atrás,
cuando los amaneceres eran
nieblas y fuego solo habitaba
el hogar de los miserables,
cuando no era más que súbdito
de aquella barbarie
por ti y tus ojos supliqué yo.
Perdidas las almas brillan
y del cielo el amor no cae,
plateadas frutas del mal,
y es el rojo de mi mirada
la señal que las atrae.
Rafa Marín
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