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lunes, 12 de marzo de 2018

El observado (relato corto)

Abrió los ojos y miró desorientado, de repente, cayó en la cuenta, se había dormido, Era el segundo día que se quedaba dormido. Corrió escaleras abajo y por suerte, llegó a la parada al mismo tiempo que el autobús. Se notaba extraño, como si todo el mundo lo mirara y rehusaran acercársele, se sentía observado.
Cuando llegó a la oficina, todos se callaron, algunos incluso apartaron la mirada, otros le saludaron tímidamente y siguieron a lo suyo, incluso vio como murmuraban descaradamente y ocultaban la sonrisa con la mano; sentía, como no, observado.
Decidió no hacer caso a nadie, total, en cinco años era la  segunda vez que se quedaba dormido, y algunos de los risueños lo hacían cada lunes y nadie les prestaba la menor atención. Para silenciar bocas, renunció al descanso para la comida, pero se sentía observado.
A las cinco de la tarde, se levantó y dejó la oficina, caminó hacia la salida con la cabeza bien alta y sin mirar a nadie. Incluso cuando todos rompieron en una sonora carcajada, se limitó a levantar una mano en forma de peineta, aunque si, se sintió observado.
Ya en la calle, vio como el autobús llegaba y volvió a correr hasta la parada. El conductor le miró, y sin decir nada, meneo la cabeza condescendientemente; todos los pasajeros se apartaban, pero él los ignoró, aunque se sabía observado.
Cuando llegó su parada se apeó, entonces un niño señalándolo dijo a gritos a su madre.
- Mamá, mira, ¡un señor desnudo!

Fin
Rafa Marín

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