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sábado, 31 de marzo de 2018
La patrulla (relato corto)
viernes, 30 de marzo de 2018
Entonaron cánticos
y al los cielos se elevaron
loas al Dios supremo.
Las madres abanderadas
de esta absurda bendición,
mostraban a sus hijos
la imagen del monstruo.
Mirad, mirad al malvado,
al supremo criminal,
los niños miraban asustados.
En la jaula había un hombre
que osó pensar distinto.
Qué nos trae este único pensar?
Dioses con pies de sucio barro
y botas de hierro para pisotear;
la belleza de los que son distintos,
el grito de los que amamos la libertad.
Me arroparon los sueños
Me arroparon los sueños
convulsiones de una necesidad,
siempre llena de ausencias.
Tuve tu mirada y no tus manos,
como cerrarlas bajo el agua
y abrirlas siempre de ti vacías.
Tuve solo tus ojos que fueron,
esa nebulosa lejana y fría;
sueños de un poeta
que de silencio, cada noche
de amor se moría.
Rafa Marín
Se dibuja tu sonrisa
que imaginé tan perfecta,
tú, como luz en mis ojos,
que proyectan ese amor
de mi mirada que te desea.
Miro y no te veo,
que grande es esta tierra;
tan redonda su figura,
sin puertos donde recalar.
Acaso esta efímera felicidad
a encontrarnos no acierta.
Niebla que no para de cegar
esta ansia que nos gobierna;
deseos que por cumplir están.
Rafa Marín
Sueña el amante
y ella sueña el abrazo
que en la noche
le devuelve su almohada.
Sueña ella y sueña él,
soñar despierta sus ganas.
Ella ve la perfumada rosa
y el mil espinas clavadas.
Sueñan jardines secretos,
la luz de la luna los baña.
Sueñan ella con él
y él es la vigilia que la acompaña.
La noche se volvió secreta locura;
la mayor de las distancias.
La piedad
como fieras heridas y acorraladas,
hombres ensangrentados combaten.
Mueren los cuerpos, rugen las armas,
las puertas del averno se abren.
Acaso la piedad existe?
No hay honor en sus muertes,
la olvidaron los dioses sin alma,
la olvidaron los reinos y sus gentes.
Cayó la ciudad bajo la roja llama,
cayeron muros y elevados minaretes,
murió la piedad, murió sin hablar.
jueves, 29 de marzo de 2018
Miedo
Temblando de pies a cabeza,
como una hoja a merced del viento,
como tiembla la tierra,
en su mismísimo centro.
Solo es frío se decía ayer,
pero siempre fue de miedo.
Miedo a no poder escapar,
a que quedase su corazón expuesto,
miedo, puro y frío y cierto.
Rafa Marín
No lloraba nunca
No lloraba nunca,
le prohibieron hacerlo,
a veces con una vara,
otras con mano de hierro.
En sus dulces ojos, nada,
un vacío sin expresión,
en sus manos ... lágrimas,
disfrazadas de duro tesón.
Corría, de tierra en tierra,
de fosa en fosa, sin rencor;
esto es solo un negocio,
repetía el muy cabrón.
Pero ayer, desdichada lágrima,
de sus dulces ojos se calló.
Hoy es una eterna cascada,
un río que sin montañas nació.
Rafa Marín
Soledad
Miraba al infinito estrellado,
a la eterna noche.
En sus ojos llenos de luz,
se dibujaba la tristeza.
Quién no podría quererlo?
Quién haría de su fe burlas?
Pero cada noche
se asomaba al puñetero cielo,
escondido entre las ramas.
Que pronto le hicieron viejo,
los miedos, el hambre y la soledad.
Rafa Marín
Dolor
Asomaba cada noche,
quién será me pregunte.
Tal vez el odio irreductible,
quizás el miedo, no lo sé.
Pero la calles siguen ahí,
con su polvo grisáceo,
con su dolor ajeno.
Me recompongo y río,
nadie ama a los muertos.
Ayer, que ilusión, espejismo;
el reverberar de sol
sobre las arenas de este erial,
un alma sin sentimientos.
Pero la calle sigue ahí,
con su dolor y su silencio.
Rafa Marín
Lloran tu ojos
es lo que tiene esto,
y no tantos días de lamento.
Quieren mis labios ser tu placer,
en vez de estos malditos versos.
Quisiera y ya no me quieres creer,
mástil que diera alas a tu cuerpo;
pero solo marea me dejan los días ser;
Blanca espuma que sin olas grita
es esta temporal de sentimientos.
Llamaría con este eterno niña ven,
ser cada tarde un feliz encuentro,
sueños y pesadillas de este querer
que a mí me esta matando por dentro.
miércoles, 28 de marzo de 2018
A Miguel Hernández
y de miseria Miguel,
Tú que a la cebolla cantaste,
nanas de amor y coraje.
España, de letras y valentía,
se volvió hoy tan cobarde;
nadie llora a los enterrados
en esas cunetas sin nombre,
nadie Miguel, ni siquiera la memoria.
Atrás dejaron estos 76 años,
tu voz de melodioso canto,
de certeros versos y alegría.
Qué nos queda para nosotros?
Quizás esa bella canción
y el duro y analfabeto castigo.
Hoy de tu muerte es cumpleaños,
yo escribiendo a tu memoria lloro.
Infelicidad
que imagen tan perfecta,
tú, como bello reflejo
que mis ojos proyectan
y en los tuyos mi mirada,
Miro y no te veo,
que grande es esta tierra;
tan redonda su figura
y sin puertos donde recalar.
Acaso la felicidad hoy
a encontrarnos no acierta?
La distancia que nos separa
y que cada día es levadura
que con el calor aumenta.
Soñarte me queda
y ninguna verdad;
en la noche que no sabe
cuándo y porqué vendrá.
Hoy, en esta espera,
voy mirando y no veo,
tus manos, ojos brillar.
y límpidas escaleras
hacia un cielo de dicha
que siempre está por llegar.
Acaso ya no te merezco?
No son en tu ausencia,
cálidos y dulces mis versos?
La noche ya a mi ha venido,
para que solo te pueda soñar.
sábado, 24 de marzo de 2018
Diario de a bordo (relato corto)
Hoy escribo estas letras, quizás las últimas.
Tuve que cortar los cabos de todas las velas, la epidemia los mató a todos, creo que hasta a las ratas, no puedo arriesgarme a zozobrar, me dejo arrastrar por la marea con la esperanza de ser visto.
Diario de a bordo.
Hace una semana desde la última vez que dije que serian mis últimas palabras, pero el tiempo pasa con una lentitud...
He empezado a dormir en cubierta, por si me despiertan olas costeras y así dejar caer el ancla y varar este enorme fantasma.
Diario de a bordo.
No he escrito nada en el último mes, para poder alargar el suministro de agua decidí beber todo el alcohol que transporta este cascarón gigante, anoche con la tormenta acumulé agua más que suficiente, pero siento que me acerco al fin del mundo.
Diario de a bordo.
Anoche creí ver luces en la costa, pero la mañana solo me trajo un banco de niebla y no puedo lanzarme al mar en busca de mi perdición. He trepado al mástil, más como ejercicio que como esperanza de ver algo que interrumpa la línea del horizonte.
Diario de a bordo.
Cuán ancho me parece el mar y el mundo, tengo perdida ya la cuenta del tiempo que este barco va a la deriva, a veces creo oír voces que me llaman y también música; creo que la soledad hace mella en mí y se me apodera la locura, cada noche lo veo.
- ¡Doctor! ¡doctor!,(la enfermera corrió por el pasillo en medio de un gran alboroto), el herido ha despertado, gritaba una y otra vez mientras corría.
La habitación del hombre que ahora salía del coma, se llenó de médicos y enfermeros. Todos anotaban las reacciones en él percibían y le hacían preguntas.
El herido solo atinó a preguntar.
miércoles, 21 de marzo de 2018
Diablesa
Sobre un fuego que no te hace arder,
despliegas tus alas como una sombra;
dias oscuros de frías y largas horas,
siempre preguntando que vas a hacer.
Sueñas con esa aventura del renacer,
Fénix en llamas que a todos asombra,
sin que nadie hoy te pueda poseer;
diablesa que en silencio se asoma.
Vives ayeres que fueron feliz amor,
pero hoy son una rama que no retoña;
sueños de ojos y su pálido verdor.
Y así, con un suspiro de tu boca,
alientas estas cenizas que soy yo,
triste poeta que por amor te llora.
Rafa Marín
lunes, 19 de marzo de 2018
La traición (relato corto)
Sobre el pulido mármol
Sobre el pulido mármol,
doliente se esparce,
la roja y densa negrura,
que es el manar de la sangre.
Los pies que retroceden,
alejandose del arrodillado padre,
nadie quiere tras de sí
las huellas de la masacre.
Reza en un murmullo,
voz que es plegaria en los impíos altares,
porqués sin respuesta segura,
como la insatisfecha hambre.
Nadie puede dar un motivo,
nadie sufrió por él,
no hay quien con odio lo señale;
mas hay quedo su cenicienta cara,
en la tierra, cual muñeco mutilado,
bañado por su propia sangre.
Ahora todo son dulces alabanzas,
pero ayer fueron hacia atrás,
el caminar de los amigos cobardes.
Rafa Marín
domingo, 18 de marzo de 2018
La rutina (relato corto)
Esta era su rutina desde hacía dos años, cuando un accidente de tráfico se llevo a su padre y postró a su madre en una cama.
sábado, 17 de marzo de 2018
El mercenario (relato corto)
Preguntó y un superior le dijo:
Cada mañana su grupo se paseaba tetrapléjico ante la más absoluta y cruel verdad; ¿los están exterminando, por qué no podemos hacer más?
Pero como todo en política, fue decir para mentir.
viernes, 16 de marzo de 2018
Los trinos
Asomado está en su nido,
imagino pájaro empolla su puesta,
mientras su pareja
trae en el pico
el sustento que lo alimenta.
Al amanecer me distraen sus trinos
y con su canto a mi felicidad despiertan.
Que hermoso sentirse vivo
y en paz con la naturaleza.
Rafa Marín
Los claveles (relato corto)
miércoles, 14 de marzo de 2018
El duque (relato corto)
Al no obtener ningún resultado positivo, asumió que las gentes que cada noche veía podrían ayudarle y esa noche se acercó a interpelarles. Asombrado vio que huían despavoridos gritando:
Aveuglé par la lumière
Aveuglé par la lumière
d'une aube dure, de petits yeux qui semblent enfoncés dans une rivière profonde.
Les faucons qui viennent avec leur chant cruel,
ils n'ont pas laissé les pigeons ni respirer ni pleurer.
Là, aveuglé par la lumière
d'une aube dure, protégée par les ombres grises
Ils ne t'ont pas vu naître. Les mains tremblent
de la peur et du froid,
les corps sont si petits
et si profonde cette rivière puissante.
Tellement, que mes yeux étaient ...
aveuglé par la lumière de cette aube sévère.
Rafa Marín
martes, 13 de marzo de 2018
La puerta (relato corto)
Cegado por la luz
de un duro amanecer,
Los halcones que llegan
no dejaron a las palomas
Allí, cegado por la luz
de un duro amanecer,
que no te vieron nacer.
de miedo y frío,
son tan pequeños los cuerpos
y tan profundo este caudaloso río.
Tanto, que mis ojos quedaron...
cegados por la luz de aquel duro amanecer.
lunes, 12 de marzo de 2018
Dolorosa carne
ni mujeres o niños,
son carne ultrajada
por la guadaña,
insensible muerte.
sueños baldíos,
el erial sufrido
que la tierra ahora acoge.
Un ayer que ya
no quiere el mañana,
dolorosa maraña de carne
inocente y sagrada.
por eso amigo mío
sus voces no se levantan.
el ascendente camino,
un seguro contra la barbarie
que juró ser impía venganza.
Son esa bolsa
llena de monedas de plata...
son tres mil perdidas
y solitarias almas.
La verdad (relato corto)
El observado (relato corto)
La corredora (relato corto)
Por fin llegó el esperado otoño, con las lluvias, la carrera diaria y su tabla de ejercicios, la obligó a hacer un mayor esfuerzo, mejor, pensaba mientras corría ida y vuelta hasta ese faro que nunca vio encendido.
Gritó.
El cilindro (relato corto)
Subieron al vehículo y emprendieron el regreso a la base.
Allí sigue la caja, con las dos chapas y el extraño cilindro, esperando a que un joven encuentre la caja y se apodere de él.
domingo, 11 de marzo de 2018
El olivo (relato corto)
En la casona todo parecía estar como él recordaba que estaba, salvo quizás las viejas fotos, las que ahora ocupaban el anaquel eran en color y los rostros no parecían tan severos y viejos.
El pobre hombre enrojeció y una muda pregunta quedó en su mirada.
Por suerte, la buena mesa y el vino de la cosecha propia alegró pronto la reunión y entre recuerdos alegres y miradas cómplices se fue diluyendo el amargo encuentro de la mañana.
A todos la idea les pareció bien, pero el señor Pedro no aguantó más y dijo. - Me van a disculpar, pero o cuentan lo del olivo o yo reviento de curiosidad.
El monje (relato corto)
Sudaba y jadeaba, pero consiguió subir el paquete y se dejó caer sobre la hierba. La temperatura está bajando, pensó.
El juego (relato corto)
El hombre que jugaba a encontrar el libro, observó la imagen del teléfono móvil, no había dudas, ese era el lugar, introdujo la mano y palpó dentro del matorral, allí estaba...sonrió. Tomó el paquete y lo ocultó con el abrigo. Inmediatamente se oyó una voz que gritaba:
Con aire satisfecho el detective alargó la mano.
El policía tomo la bolsa y con una navaja la rasgó, al suelo cayeron varias joyas y otras bolsas más pequeñas.
La habitación olía a heces y a sudor, sobre la mesa había un libro destrozado; junto a ella un hombre atado a una silla estaba siendo torturado. Otro le golpeaba y preguntaba insistentemente.
sábado, 10 de marzo de 2018
La mujer (relato corto)
Su moto de nieve se caló, hacía mucho frío, no importa penso, solo quedan 10 km y el camino no es muy complicado. Al poco se levanto viento y la ventisca le sorprendió por su dureza, se aferró a su instinto y caminó obcecadamente, paso a paso, como un automata. Le venció la fatiga a pocos metros de la cabaña, tenía las luces encendidas y una silueta se movía dentro. Cayó de rodillas e intento gritar...nada, ningún sonido. En un último y desesperado esfuerzo saco el arma y amartillandola disparó, se derrumbo de bruces.
Se despertó descansado y caliente, vio a la mujer desnuda frente a la ventana...al parecer oyó el disparo, sonrió. La mujer se giró y vio el arma en su mano, casi lo esperaba...
viernes, 9 de marzo de 2018
El señor (relato corto)
Esta historia comienza como quizás comiencen todas, con una mirada por la ventana y un recuerdo. Buenos días, me llamo...bueno me llaman, para que engañarnos, Rafa, aunque hace ya varios años que nadie pronuncia mi nombre. Nací en el seno de una familia azotada por la incertidumbre del efímero poder; sin tiempo para ser niño y con mucho que demostrar y aprender. Nadie apostó nunca en mi favor, pero puedo decir con orgullo que por sobrevivir luché. De mis primeros recuerdos, conservo algunos que aún hoy me entristecen; la eterna pugna por sentir la caricia de una madre que siempre estuvo ausente y el de esquivar las iras de un padre insatisfecho de mis parcos logros. También recuerdo con alegría las clases de esgrima y matemáticas y los viejos libros de la sala de lectura; las largas noches de invierno entre rudos soldados y sus aventuras, siempre por demostrar y sus disputas. En aquellos días en los que ser el futuro señor no era más que una maldición me crié. Sobre la gran mesa del salón de armas, descansaban mudas; las piedras de afilar, espadas, aceiteras y trapos y un gran jarro lleno de vino a rebosar, para que nunca olvidaramos que el poder se sustentaba en la fuerza y no en la razón. Era joven, aunque no tanto como para no conocer el perfume íntimo del cuerpo de una mujer. El paso de los años me habían hecho fuerte, osado, brutal e instruido; pero esa noche en la que el cielo anunciaba bramando el fin del mundo, mi vida cambió. Como digo, aquella noche estaba borracho y perseguía a las criadas, mi padre ya anciano no era capaz de frenar los instintos que de él heredé. Sonaron golpes sobre la puerta, apremiantes y agoreros; de mala gana deje ir a la muchacha y a medio vestir abrí. El capitán de la guardia me miró y con una mueca, entre complice y sumisa me dijo...ha muerto.
Recuerdo que ese fue el último día que oí mi nombre, pero es curioso, no recuerdo quien lo pronunció.
Fin
jueves, 8 de marzo de 2018
Ilusión
por el simple hecho
de no ser y no tener.
Ora acusada y mutilada,
sin derecho a tu placer,
dioses y sus machadas,
solo sierva te quieren.
Pero cada día te levantas,
el sol y sus amaneceres
te ven con la cara bien alta,
sin arredrarte en los deberes;
que sola no se hace la casa.
Tan amante te quieren
y que poco te respetan,
estos malditos seres
de la mano siempre levantada.
Pero hoy es tú día MUJER,
de ilusión se pintó tu cara.
A la huelga cien a la huelga mil,
Tú por ellas compañera
y ellas siempre por ti.
miércoles, 7 de marzo de 2018
Me sumerjo
Me sumerjo en el recuerdo,
mañanas de sol en las terrazas,
escaleras que vienen del cielo,
tras gozar de tu piel blanca.
Me sumerjo, labios y sus placeres,
que se volvieron para mi lágrima,
mientras una canción nos dice;
la pasión es tiempo y nunca acaba.
Me sumerjo en tus gemidos,
cuando mis manos a tu sexo hablan,
orgasmo que en mi boca he sentido
y que la tuya gritó con un Rafa.
Me sumerjo en los placeres,
la visión de tu vulva que me atrapa,
cuando el demonio de mi mente
en ti cual corcel salvaje se desata.
Me sumerjo en tu boca, con mi sexo,
con mi lengua que no para,
con cada uno de los movimientos,
puta para mí se hizo tu garganta.
Me sumerjo en este deseo,
en esta urgencia que mi voz desata.
Me sumerjo en tu recuerdo,
que un día hizo nudismo en la playa.
Rafa Marín
Hay una luz
a todos nos ilumina.
A veces melancólico gris
otras bajo un ardiente sol de justicia,
incluso a la luz de la luna yo diría.
Luz que en nuestros ojos se pinta,
yo hoy la llamo vida...
y tú, como la definirías?
Amplitud de color,
arcoíris y sutil melodía,
verde de grama y oro,
para el mirlo que mira.
Flor de Opuntia
y de mis manos sueño inalcanzable.
Amanecer anaranjado
que imagino brisa suave
Rojo tu fruto carnoso,
dulce cual almíbar nace,
delicada humanidad
que la más hermosa
de las mujeres te hace.
Flor de cactus, desértica,
solitaria y tan amable.
sábado, 3 de marzo de 2018
Triste mami
Ya no soy el niño que se marchó,
huyendo de tu tristeza y su soledad.
Ya no soy aquel retoño torcido
que tú quisiste enderezar.
Del suelo brotaron las piedras,
largo camino hasta regresar.
Ya no soy aquella dulce mirada,
ni tengo una vida de paz.
Pobre y triste mami,
hoy me verás ahorcar mami,
ya dejé de ser tu triste chaval.
Del mundo y sus aventuras,
elegí revolcarme en este lodazal,
calles cubiertas de fuego,
dinero facil para gastar.
Así, que no llores por mí mami,
deja que tus ojos se llenen de paz,
hoy encontraré ese reposo
que la vida nunca me dará.
Rafa Marín
De ti y mi pasado
no hay en este agujero
un dios que a mi me ampare?
Quizás de todo mi dolor,
sea el no poder hablarte,
el único que encoge mi corazón.
Tiempo atrás,
cuando los amaneceres eran
nieblas y fuego solo habitaba
el hogar de los miserables,
cuando no era más que súbdito
de aquella barbarie
por ti y tus ojos supliqué yo.
Perdidas las almas brillan
y del cielo el amor no cae,
plateadas frutas del mal,
y es el rojo de mi mirada
la señal que las atrae.
Te imagino
no tengo más remedio,
que va a velar tus sueños;
entre dormida y soñando
o distraida y leyendo.
Pero te imagino ahora
y en mis ojos su brillo,
tú vas despertando.
Imagino que duermes,
ninfa de puro riachuelo.
Diana que caza corazones,
tus manos sol y señuelo.
Te imagino, voladora rapaz,
te imagino hada y pañuelo.
Te imagino, playa y arena,
cañaveral que luce sus penachos,
con el color del trigo viejo.
Te imagino y quiero poner,
si tú lo dices, a esto remedio.
viernes, 2 de marzo de 2018
El jardín
cubriendo de blanco armiño
el suelo en el que vivian
centenarios los olivos.
Duermen ahora las rosas,
olvidado su perfume
y de sus pétalos el brillo.
La noche oscura y callada,
va pasando con sus duros fríos;
nadie verá esas dolorosas lágrimas,
que ya vuelan hacia el olvido
y en su cara se pinta sin razón
una sonrisa que dice ...
Mi mundo es ahora mío.