Te quedas mirando
toda su oscuridad,
un agujero negro
rodeado de metal.
Sabes que su corazón
es sólo plomo nada más,
pero lo miras obsesivo,
como la escusa final.
Te preguntas al despertar,
te dara hoy el día un motivo...?
y rompes a llorar
y sobre la mesa,
como resto del festín,
lo ves solitario brillar;
recuerdas su mirada
y tus manos son hoy,
esa atada esperanza,
te piden, necesitan,
sentirte alegre y vivo
y nada te da la fuerza,
la unica justificación
que necesitaras.
Cariño mañana será otro día
y pasado otro más.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario