Tener que mirarte a la cara,
cuando frente al espejo estás;
sin matices que no te hieran,
sin un lugar al que escapar.
Reconocerse en cada mentira,
sin poder los ojos un momento apartar,
¿qué putada verdad?
Ya no queda un soy inocente,
ya todos te quieren señalar,
las personas que ayer fueron gente;
hoy se volvieron sombras y poco más.
Ya no queda un soy inocente,
ya todos te quieren señalar,
las personas que ayer fueron gente;
hoy se volvieron sombras y poco más.
Miras; sonrisa que sabe,
como la sangre entre los dientes,
un puñado de dolor y ganas de gritar.
Rafa Marín
como la sangre entre los dientes,
un puñado de dolor y ganas de gritar.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario